lunes, 29 de agosto de 2011

Magufo y violador

Engañar a las personas está mal. Y mucho más si se usa la confianza depositada en el estafador. Y mucho más si se usa esa confianza para violar a la persona que la depositó.

Pues ese ha sido el caso de unas cuantas mujeres incautas que acudieron a los servicios de un matasanos, un rezandero, que prometía curaciones y en realidad se aprovechaba de sus víctimas y abusaba sexualmente de ellas:

La Policía Nacional capturó el pasado sábado a un hombre que, utilizando la santería, habría violado a varias mujeres y menores de edad en el municipio de Pasca (Cundinamarca).

Durante la acción, las autoridades lograron establecer que esta persona identificada como Héctor Novoa, de 64 años, atraía a sus clientes con promesas de sanación y riqueza.

Siempre es lo mismo: sanación y riqueza. Señoras: este tipo no vivía en una mansión y no tenía muchos carros porque no podría tener riqueza aún si lo intentara consiguiendo un trabajo honesto. Y de sanación, él es un hombre perturbado que antes de poder ofrecer algún tipo de sanación, necesita él mismo ser sanado y luego estudiar una carrera afín con la medicina y que cumpla con los estándares del método científico. Hasta entonces, lo único que podrá sanar serán sus bolsillos con el dinero de los incautos.

Según las autoridades, Novoa aprovechaba sus rituales para tener relaciones sexuales con sus clientes luego de suministrarles bebidas, al parecer, preparadas con sustancias psicoactivas.

¿Y además las drogaba? No es que fuera un santo el tipo este. ¡Qué santería ni que nada!

Luego de su captura fueron presentadas otras demandas por violación sexual contra varios menores de edad y mujeres que asistían al supuesto consultorio del 'brujo'.

Es una lástima que los delirios masivos sirvan para engañar a las personas de tantas formas y que esas formas terminen siendo complementarias.

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