¡¡Nuestra primera vez!!

¡Por fin! ¡Ya era hora! Había esperado mucho tiempo este momento y ahora no puedo esperar a que se convierta en una práctica habitual: ayer la Iglesia Católica fue condenada por primera vez en Colombia, por un caso de pederastia.

El Tribunal Superior del Tolima falló a favor de la familia de dos menores que fueron violados por el sacerdote de Líbano, Luis Enrique Duque, para que la Iglesia los indemnice y repare con una suma aproximada de 400 millones de pesos.

El religioso engañó a los menores con ayuda monetaria para su familia de escasos recursos.

El sacerdote fue condenado a 22 años de cárcel en 2009 pero huyó, en 2010 fue capturado por las autoridades en Antioquia, ahora permanece en la cárcel.

Por supuesto, la criminal institución católica no quiere asumir la responsabilidad de los actos de uno de los suyos:

La Iglesia católica no acepta ningún tipo de responsabilidad en el caso.

El fallo es en segunda instancia, por lo cual la Iglesia católica podrá interponer el recurso de la casación.

En todo caso hay claros indicios de que el obispo sabía:

Según el abogado [Berján], como la prisión no era suficiente para resarcir los "daños integrales, morales y materiales a las víctimas", concertó una audiencia de conciliación con el obispo de Líbano, José Luis Gómez, para buscar una solución económica.

Sin embargo, agregó, "el obispo se negó rotundamente argumentando que la Iglesia no tenía ninguna vinculación con el sacerdote Duque y mucho menos con los menores, por lo tanto ellos no eran responsables".

El abogado, que perdió el caso en primera instancia, dijo que las pruebas que presentó para demostrar la vinculación entre Duque y la institución religiosa se basaron en que los hechos sucedieron en una iglesia y en que el propio obispo emitió un decreto expulsando al sacerdote de la comunidad religiosa, lo que, a su juicio, "es contradictorio".

Fue en segunda instancia, cuando la magistrada María Clara Rovira, del Tribunal del Distrito de Ibagué (capital de Tolima), le dio la razón a Berján.

Diría algo del tipo "¡¡Ojalá eso les enseñe!!", pero como ya hemos visto, nada les enseña. Por eso espero que sigan llegando las condenas judiciales a la institución que dirige ese protector de pederastas conocido como Benedicto XVI.