La edición No. 56 del periódico Un Pasquín, fundado por Vladdo pone de manifiesto que no es un pasquín cualquiera.
Trae una resumida pero sustanciosa compilación de lo que le debemos a la administración Peñalosa.
Este es el prontuario de la putrefacta alcaldía de Peñalosa:
Y hablando de apoyos del gobierno pasado, en esa misma edición del periódico se destapa el vínculo entre el criptofascista columnista Ernesto Yamhure y el jefe paramilitar Carlos Castaño, lo que produjo la dulce y deliciosa caída de ese impresentable defensor a capa y espada -y no sería raro que también a fusil- del corrupto gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
No hay que olvidar que la verborrea de Yamhure fue usada no sólo para injuriar y calumniar a defensores de derechos humanos sino que también defendió a esa reencarnación de Torquemada conocida como Alejandro Ordóñez, quien mancha el cargo de Procurador General de la República bajo su arrogante, estúpida y fundamentalista dirección.
Mis vítores para Un Pasquín y Vladdo, su director.
Trae una resumida pero sustanciosa compilación de lo que le debemos a la administración Peñalosa.
Este es el prontuario de la putrefacta alcaldía de Peñalosa:
+ No inició la construcción del metro y optó por copiar el sistema Transmilenio; una solución de transporte de ciudad pequeña, útil como sistema complementario, pero inadecuado como sistema principal para una urbe como Bogotá.
+ La construcción de Transmilenio se hizo en un 85% con fondos de la ciudad de bogotá y a los particulares que pusieron el otro 15% de la inversión les dio el 85% de las utilidades.
+ Las losas de Transmilenio no tenían un diseño técnico adecuado, falla que le ha costado a bogotá más de 500.000 millones de pesos.
+ Redujo vías –como las carreras 11 y 15– haciendo aún más difícil la movilización vehicular.
+ Fue tan mal alcalde que, por falta de una planeación eficaz, la ciudad está llena de problemas que vienen desde su administración hace diez años: la inseguridad, la falta de empleo, la dificultad en la movilidad.
+ Llenó de bolardos las aceras, incurriendo en el gasto inútil de miles de millones de pesos, más los sobrecostos.
+ Hizo unas absurdas concesiones de parquedareos que han enriquecido enormemente a sus propietarios, que abusan impunemente de las tarifas.
+ No fue tan buen alcalde; a tal punto que se recolectaron cientos de miles de firmas para iniciarle un proceso de revocatoria a su mandato.
+ Quiere vender la eTb, que es una empresa de la ciudad y que debe ser desarrollada para beneficio de los habitantes en el servicio de las tecnologías de la información como son internet de alta velocidad e ininterrumpido y la telefonía celular de bajo precio.
+ Permitió la venta de la última parte que la eTb tenía como accionista de Comcel.
+ Después de diez años de haber sido alcalde no tiene propuestas nuevas; le falta un plan de desarrollo urbano adecuado a las necesidades actuales de la ciudad.
+ Tiene el apoyo de Lucho Garzón, que firmó el contrato de la calle 26 con los Nule, en diciembre de 2007, faltando sólo dos días para terminar su mandato.
+ Hoy no conoce la ciudad de Bogotá debido a que lleva más años viviendo fuera que dentro del país.
+ Quiere acabar la reserva forestal del norte para permitir la construcción de decenas de edificios.
+ Ha declarado a favor de Samuel Moreno en la Procuraduría General de la Nación, diciendo que este no fue responsable del carrusel de la contratación corrupta de la ciudad.
+ Con el apoyo de Álvaro Uribe, tendríamos en la administración de Bogotá el mismo modelo de corrupción que hubo a nivel nacional en Colombia entre 2002 y 2010.
Y hablando de apoyos del gobierno pasado, en esa misma edición del periódico se destapa el vínculo entre el criptofascista columnista Ernesto Yamhure y el jefe paramilitar Carlos Castaño, lo que produjo la dulce y deliciosa caída de ese impresentable defensor a capa y espada -y no sería raro que también a fusil- del corrupto gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
No hay que olvidar que la verborrea de Yamhure fue usada no sólo para injuriar y calumniar a defensores de derechos humanos sino que también defendió a esa reencarnación de Torquemada conocida como Alejandro Ordóñez, quien mancha el cargo de Procurador General de la República bajo su arrogante, estúpida y fundamentalista dirección.
Mis vítores para Un Pasquín y Vladdo, su director.
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