Ayer, la Corte Constitucional aprobó la adopción homoparental en Colombia:
Gracias a un histórico fallo de la Corte Constitucional, ninguna persona homosexual podrá ser excluida de un trámite de adopción. La trascendental decisión permitirá que parejas del mismo sexo puedan ser los padres adoptivos de niños que son puestos al cuidado del ICBF por parte de sus padres biológicos.
Con una votación de 6 contra 2, el alto tribunal declaró constitucionales las normas del Código de Infancia y Adolescencia que rigen el trámite de adopción, pero las condicionó para evitar que la orientación sexual o de género de los solicitantes sea un criterio válido para definir si se trata de personas aptas e idóneas para cuidar a un menor. Esto significa que, a priori, ningún homosexual podrá ser considerado falto de requisitos para someterse al trámite de adopción.
Según Pulzo, entre los magistrados que votaron a favor se encuentra Alberto Rojas Ríos quien, hasta donde sabíamos, era ficha del inquisidor Alejandro Ordóñez —y de ahí que presentara ponencias machistas, pretendiendo prohibir el aborto—. Ojalá Rojas se haya librado por completo de su amo mental.
Por cierto, hablando de reaccionarios, el homofóbico exmagistrado Nilson Pinilla debe estar mordiéndose los codos; gracias a él, esta decisión no se tomó antes y muchos niños se quedaron en manos del Estado cuando pudieron haber terminado en los brazos de familias que les brindaran amor y cariño.
Desde el 2012, con el caso de Chandler Burr, Colombia tenía una deuda con los niños y desde ayer empezó a saldarla.
Yo, realmente, jamás he entendido los argumentos —digámosles así— homofóbicos: que si dios o la Biblia, es irrelevante, pues Colombia es un Estado laico y lo que digan un amigo imaginario y un libro de pócimas sólo aplica para sus creyentes — las leyes están por encima de todas las iglesias (¿cierto, padre Chucho?).
¿Que los niños podrían terminar siendo gays? Primero, es irrelevante, pues ser gay es tan malo como tener un color favorito. Segundo, eso simplemente no pasa, pues la homosexualidad no es producto del entorno.
¿Que los niños podrían sufrir? Falso: los hijos de parejas homosexuales no sufren trastornos psicológicos, mentales, físicos, emocionales o de ningún otro tipo. De hecho, los hijos de familias homoparentales prosperan, a pesar de la estigmatización.
Y ya, c'est ça. ¡Kudos para la Corte!
Resumidamente, estas son las consecuencias de permitir la adopción homoparental:
(imagen: Wikipedia)
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