Los lectores regulares ya saben que la homeopatía no funciona, tal como señala la mejor evidencia disponible, pero muchos visitantes inadvertidos (que entran a leer artículos en De Avanzada sin siquiera pasar por la sección de reglas de juego) llegan a defenderla.
Para quienes se preguntan qué daño puede hacer la homeopatía, resulta que gracias a ella han muerto 368.379 personas, a otras 306.096 les ha causado problemas de salud y ha generado, por lo menos, 2.815'931.000 millones de dólares en daños. Así que el tema no es baladí.
Estos visitantes pro-homeopatía suelen esgrimir la falacia de apelar a la autoridad diciendo que en los países civilizados la homeopatía es vista como un tratamiento que funciona y hasta es enseñado varias universidades. Esto tiene muchas causas, como falencias en los sistemas educativos, la infección de New Age y pensamiento mágico, y un claro atraso científico en los entes reguladores. La buena noticia —al menos para nosotros— es que el trabajo escéptico empieza a dar sus frutos y la homeopatía está siendo arrinconada en esos mismos países que sus defensores señalan como lugares dignos de imitar en cuanto a la estafa homeopática.
En EEUU, por ejemplo, la Food and Drugs Administration (FDA) investigará esa industria después de que la Federal Trade Commission los regañara por no ejercer su labor regulatoria sobre estos productos que facturan 6,4 billones de dólares al año.
Reino Unido no se queda atrás, ya que el gobierno estudia la posibilidad de prohibir la prescripción de productos homeopáticos en el Sistema Público de Salud. Esto tiene mérito pues, a pesar de ser un país civilizado, Inglaterra todavía cuenta con una monarquía y resulta que el príncipe Carlos es un promotor apasionado de la pseudociencia y un convencido irredento de la homeopatía, hasta el punto de que clausuró la investigación de Edzard Ernst para evitar que se siguiera demostrando que la homeopatía es un fraude. ¡Y es que la honestidad intelectual de los magufos brilla por su ausencia!
La Academia Húngara de Ciencias (HAS) acaba de solicitar que la homeopatía sea sometida a los mismos controles y ensayos de eficacia que la verdadera medicina. La HAS hizo la solicitud siguiendo la declaración de la Academia Real Sueca de Ciencias, que hizo su propia solicitud cuando la agencia reguladora respectiva pidió incluir los productos homeopáticos antroposóficos (?) en las directrices médicas suecas.
Por supuesto, el país líder en la jugada es Australia, cuyo Consejo Nacional de Salud ha reunido y analizado la evidencia (enlazada arriba) en la que se basó el Colegio Médico del país para rechazar esta pseudociencia.
Todavía no es momento de cantar victoria, pero ya se empieza a vislumbrar que ese momento podría llegar eventualmente. Hasta que legalmente sea considerada como la estafa que es, la venta de homeopatía seguirá siendo un impuesto a la ignorancia (y más en los países subdesarrollados donde cuenta con respaldo oficial, como Colombia).
Ya me dirán sus defensores qué piensan de que tratemos la homeopatía como lo están haciendo en los países civilizados — a mí me parece que ya es hora.
(imagen: Curious Expeditions)
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