Esta semana
El Tiempo reportó que la Comisión de Expertos Tributarios contempla empezar a
cobrarle impuesto del IVA a a los libros — la reacción instintiva es oponerse a la medida y hasta indignarse, pero analicemos las cosas por un momento.
La exención tributaria a la industria del libro parte de la base de que los libros son una puerta a la cultura y el conocimiento, pero los escépticos sabemos mejor que eso. Existen muchos tipos de libros, con diversos contenidos: así como los hay de divulgación y cultura, también los hay, de hecho abundan, sobre pseudociencias, de superación personal, de dietas que no sirven, politiqueros, de proselitismo religioso y —tal vez los más molestos— de 'ciencias' sociales cuyos autores parecen tener alguna alergia a la rigurosidad.
Así que los
libros pueden ser ventanas al conocimiento y la cultura... pero también pueden ser portales para expandir la ignorancia y la incultura. Asumir que cualquier libro, por el hecho de serlo, incrementa automáticamente los niveles de cultura en la sociedad es cuando menos ingenuo.