Una de las grandes tragedias del reclutamiento infantil religioso es que se tortura psicológicamente a los niños con la amenaza del Infierno, herramienta muy útil a la hora de satanizar el sexo. Es lo que en círculos cristianos se conoce como "cultura de la pureza" — estas 'enseñanzas' pueden causar daños físicos y emocionales permanentes y arruinar vidas enteras, frustrando la experiencia sexual y la intimidad de las personas (principalmente de las mujeres), que temen quedar dañadas para siempre.
Uno de los responsables de esta tendencia es Joshua Harris quien, hace dos décadas, con apenas 21 años, escribió un libro promoviendo la cultura de la pureza que se convirtió en referencia obligada de todo el cristianismo evangélico, haciéndolo un best-seller — la idea principal del libro es que salir con alguien y que esa relación no termine en matrimonio es serle infiel emocionalmente a tu futuro esposo (?), así que conocer personas está mal, tener noviazgos está mal, besarse con alguien está mal, averiguar si uno es sexualmente compatible con otra persona está mal, porque todo eso debería reservarse para una sola persona, con la que uno prometerá que pasará el resto de su vida.
Gracias a todas las vidas que ha arruinado, Harris ha recibido fuertes críticas en redes sociales y, en una entrevista reciente pareció empezar a esbozar una disculpa: