Algunos recordarán la larga lista de mentiras que el inquisidor antiProcurador Alejandro Ordóñez ha dicho en ejercicio de su cargo, para mantener a flote sus fábulas católicas (¡Y qué tal que no hubiera un mandamiento que fuera "No Mentirás"!).
Pues bien, un grupo de mujeres ha presentado una acción de tutela contra este oscurantista personaje y sus esbirras:
¿Qué? ¿La religión diciendo que la Ciencia miente? ¿Cómo no vieron venir eso?
Afortunadamente estas valientes cuentan con la compañía de Mónica Roa, a quien admiro profundamente por la batalla que ha dado para que se despenalice el aborto en tres circunstancias y que quiere hacer valer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, algo que les molesta a sus congéneres, Ilva Miryam Hoyos y María Eugenia Carreño, cuyos cerebros fueron emasculados por la superstición que dice que la homosexualidad es natural pero encuentra creíble y convincente un parto virginal.
Ojalá les concedan la tutela, porque tendría dos efectos, ambos deseables: el primero, defender la separación del Estado de los estúpidos cuentos de hadas católicos y el segundo, golpear el putrefacto ego del ProcuFacho, toda vez que habría sido derrotado por esos seres que su amo mental -el Papa- dice que son inferiores: las mujeres.
Pues bien, un grupo de mujeres ha presentado una acción de tutela contra este oscurantista personaje y sus esbirras:
Una acción de tutela en contra del procurador general de la nación y de sus procuradoras delegadas fue interpuesta por un grupo de mujeres que solicitan restablecer su derecho a recibir información veraz, confiable y completa sobre la salud sexual y reproductiva.
Las mujeres exigen que el procurador, Alejandro Ordóñez y sus delegadas para los Derechos de la Infancia y Adolescencia y la Famillia, Ilva Miryam Hoyos, y para la Función Pública, María Eugenia Carreño, rectifiquen las mentiras que han dicho públicamente sobre algunos temas en particular.
Según estas mujeres, que están acompañadas por la directora de programas de la organización Women’s Link Worldwide, Mónica Roa, los funcionarios mienten cuando dicen que la Anticoncepción de Emergencia es abortiva, pues desconocen las pruebas científicas de la Organización Mundial de la Salud.
¿Qué? ¿La religión diciendo que la Ciencia miente? ¿Cómo no vieron venir eso?
Afortunadamente estas valientes cuentan con la compañía de Mónica Roa, a quien admiro profundamente por la batalla que ha dado para que se despenalice el aborto en tres circunstancias y que quiere hacer valer los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, algo que les molesta a sus congéneres, Ilva Miryam Hoyos y María Eugenia Carreño, cuyos cerebros fueron emasculados por la superstición que dice que la homosexualidad es natural pero encuentra creíble y convincente un parto virginal.
Ojalá les concedan la tutela, porque tendría dos efectos, ambos deseables: el primero, defender la separación del Estado de los estúpidos cuentos de hadas católicos y el segundo, golpear el putrefacto ego del ProcuFacho, toda vez que habría sido derrotado por esos seres que su amo mental -el Papa- dice que son inferiores: las mujeres.
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