En las disciplinas científicas existe una disparidad entre hombres y mujeres (hay más científicos hombres), lo que ha llevado a algunos a concluir que la ciencia es sexista y que, por tanto, se debe buscar la paridad de géneros en las ciencias a toda costa.
Desde hace años, la idea ha sido puesta en tela de juicio. Por ejemplo, un artículo del año 2000 por Constance Holden para Science recogía las opiniones de Judith Kleinfeld, Patti Hausman y Linda Gottfredson (psicóloga, científica social y socióloga respectivamente), en donde explicaban que no había más mujeres en las ingenierías por la bastante obvia razón de que no querían y que, "en promedio, las mujeres están más interesadas en tratar con personas y los hombres en tratar con cosas".