Alguna vez discutiendo con mi primo budista él me dijo que la religión valía la pena ser mantenida porque conseguía que las personas se comportaran bien.
Esa defensa de la existencia de la religión que esgrimen muchos, no sólo mi primo, resulta ofensiva para con las personas. Es una propuesta del tipo "las personas no se pueden comportar bien si no son engañadas con la existencia de un Gran Hermano que vigila hasta sus más recónditos y oscuros pensamientos". Es la semilla del terrorismo -que las personas actúan por miedo y no por el convencimiento de que estén haciendo el bien-, o como lo llama Greta Christina, el espejismo de Papá Noel:
En caso de que no tengan tiempo para plantear esta argumentación, siempre pueden recurrir a la que encontré al abrir uno de los libros de Christopher Hitchens, tan corta como sustanciosa, quien se pregunta -y lanza el reto- de qué cosas virtuosas puede hacer una persona de fe que no haría un ateo y la respuesta es que ninguna (a diferencia de, por ejemplo, las Cruzadas o estrellar dos aviones atestados de gente contra edificios).
Esa defensa de la existencia de la religión que esgrimen muchos, no sólo mi primo, resulta ofensiva para con las personas. Es una propuesta del tipo "las personas no se pueden comportar bien si no son engañadas con la existencia de un Gran Hermano que vigila hasta sus más recónditos y oscuros pensamientos". Es la semilla del terrorismo -que las personas actúan por miedo y no por el convencimiento de que estén haciendo el bien-, o como lo llama Greta Christina, el espejismo de Papá Noel:
¿Argumentarías que, debido a que la creencia en Papá Noel hace felices a los niños y que se comporten mejor, por lo tanto, debe perpetuarse? ¿Argumentarías que, debido a que renunciar a la creencia puede ser molesto, tenemos que ir muy lejos para proteger a los niños de descubrir que Papá Noel no es real... no sólo durante su infancia, sino a lo largo de su vida adulta? ¿Asistirías a las iglesias y templos de Papá Noel, y dejarías galletas y chocolate en sus altares de peluche de color rojo y blanco? ¿Sentirías lástima por las personas que no creen en Papa Noel por ser tristes y estar encarceladas en la racionalidad... y etiquetarías a estos a-Papá Noel-istas como proselitistas intolerantes y fanáticos cuando trataran de persuadir a otros de que Papá Noel no es real?
¿O, por el contrario, creerías que la gente debe crecer? ¿Te parecería que soltar la creencia en Papá Noel (para los que crecieron creyendo) es una parte esencial de convertirse en un adulto? ¿Te parecería que tenemos que entender la realidad, para saber cómo comportarnos en ella? ¿Te parecería que, con el fin de tomar buenas decisiones y actuar con eficacia en el mundo, tenemos que tener el conocimiento más veraz que hemos podido reunir... y que si la mejor evidencia sugiere que Papá Noel no es real, debemos aceptar esa conclusión? ¿Mirarías esta idea de que está bien decidir cuál es la verdad acerca del mundo basado en lo que queremos que sea cierto, y lo llamarías absurdo, ridículo, espantoso en su cara?
Y ¿si no argumentarías que la creencia en Papá Noel es válida simplemente porque es útil... porqué lo harías sobre Dios?
En caso de que no tengan tiempo para plantear esta argumentación, siempre pueden recurrir a la que encontré al abrir uno de los libros de Christopher Hitchens, tan corta como sustanciosa, quien se pregunta -y lanza el reto- de qué cosas virtuosas puede hacer una persona de fe que no haría un ateo y la respuesta es que ninguna (a diferencia de, por ejemplo, las Cruzadas o estrellar dos aviones atestados de gente contra edificios).
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