Creo que nunca podré agradecerle lo suficiente a la ex que me presentó Les Luthiers, el grupo musical-humorístico argentino que se sale de los chistes clichés y crean sus propios instrumentos musicales. Gracias a ellos he llorado de la risa, literalmente, decenas de veces.
Por si —han vivido bajo una piedra los últimos 20 años y— no los conocen, acá pueden ver un poco de su maravilloso trabajo:
¡Y hay mucho más de donde salieron esos! Aprovechen y rían, que viene una noticia triste: resulta que esta semana murió Daniel Rabinovich, miembro del grupo desde su creación a finales de los 60.
En la nota del Grupo de Diarios de América, además me enteré que Rabinovich era ateo:
Un día me puse a escribir una idea, de un divorcio de una pareja y me gustó mucho ese poder de hacerles hacer a los personajes lo que yo quería. Yo no creo en Dios, pero era un poco como ser Dios. Me empezaron a llegar ideas y empecé a escribirlas, y a sentir el poder que yo veía en mis compañeros.
De hecho, otra de las genialidades de Les Luthiers es que no han temido en burlarse de la religión como, por ejemplo, pone de manifiesto su canción San Ictícola de los Peces:
La muerte de Rabinovich es una gran pérdida en el mundo hispanohablante y del humor. Ojalá sus compañeros y amigos nos sigan acompañando y haciendo reír durante muchos años más.
(imagen: Wikimedia Commons)
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