Anne Marie Waters y otros estaban preparando una exhibición de caricaturas de Mahoma para septiembre del 2015 en Londres.
Pero el evento fue cancelado; adivinen ustedes las razones, a ver si son las mismas que menciona Waters:
Durante las últimas semanas, he tenido varias conversaciones tanto con Scotland Yard como con detectives antiterroristas. ¿Mi conclusión? Que el riesgo de hacer esta exposición es simplemente demasiado alto. Cuando uno se propone a hacer algo como esto, uno tiene que estar preparado para la posibilidad de amenazas, o incluso de violencia, pero es fácil subestimar el impacto que tales cosas tendrán sobre las personas que te rodean.
Hay una posibilidad muy real de que las personas podían ser heridas o asesinadas - antes, durante y después del evento. Esto, junto con el hecho de que nuestro lugar había indicado que quería retirarse alegando motivos de seguridad y del seguro, y dado el temor que las personas sentían en general, lo único responsable que podíamos hacer era dar marcha atrás y tratar de aprender algunas lecciones. No he aprendido lecciones tanto como he confirmado mis sospechas. Hay dos mensajes principales que se pueden sacar de este episodio: 1) Gran Bretaña es una nación asustada, y 2) nuestra libertad no va a desaparecer, ya desapareció.
Como de costumbre, los apologistas del terrorismo dirán que esto no tiene nada que ver con el islam.
No sé cómo hay personas que no ven que exigir respeto por supersticiones ridículas socava las libertades individuales y los DDHH.
(imagen: Bosch Fawstin)
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