Especial de Esoterismo en El Espectador

Como si no hubieran arrastrado suficientemente por el lodo la imagen del periodismo colombiano durante el 2012, en El Espectador no se cansan de promover el pensamiento esotérico.

Es más, junto con Cromos, acaban de publicar un Especial Esotérico 2013 con magufadas para todos los gustos.

Empezaron con los consejos de Fanny Lu para tener una vida plena y equilibrada (?):

Fanny Lu cree firmemente en la importancia de alimentar el espíritu para hacer bien las cosas y tomar las decisiones acertadas. Por eso le gusta leer libros de superación personal, de los cuales sabe que podrá recibir enseñanzas para poner en práctica en su vida diaria. Recuerda en especial Lecciones de vida, de Robin Sharma, una obra que ha leído varias veces y de la que le quedaron máximas como “empieza bien el día”, “entiende tus problemas como bendiciones” y “descubre tu vocación”.

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Para conservar su fuerza interior también recurre a Dios, con quien entabla largas conversaciones. Desde niña ha tenido un vínculo especial con él, así que siempre se ha sentido bendecida.

O sea, no sólo no tiene nada importante que agregar a la conversación Fanny Lu, sino que además es esquizofrénica y lo ha sido desde niña, hablando con su amigo imaginario. ¿Alguien quiere llamar al manicomio más cercano, por favor?

Y la cosa no paró ahí. Preguntarle a alguien que tiene todas las necesidades materiales resueltas y el hambre intelectual de un hámster cómo tener una vida plena y equilibrada sólo fue el principio.

Este carnaval que festeja la ignorancia y las mentiras también cuenta con un horóscopo chino y un artículo de mandalas, que, entre otras cosas, "ayudan a la coordinación, la expresión y el desarrollo mental" y "potencian la concentración y el autocontrol" (claro que los estudios científicos, revisados por pares y publicados en revistas especializadas de amplia trayectoria que afirmarían esto, no existen).

Por si fuera poco, como es una actividad para niños de kínder (dibujar y colorear), ofrecen un significado por cada uno de los colores.

Supongo que ya le picaba a los de El Espectador el limitarse en este año al periodismo basado en hechos. Se habían demorado, ¿no?