Crónicas del Segundo Caguán (III)

Después de el primero y el segundo capítulos de esta historia, el pacto de impunidad con las Farc se había estado llevando en secreto, así que la opinión pública no tiene la menor idea de a qué se está comprometiendo el gobierno en su nombre.

Sin embargo, el sábado salió el presidente Juan Manuel Santos a decir que terminaba la 'tregua unilateral' y por sus palabras, parece que no leyera periódicos ni viviera en Colombia:

Al reconocer que en cierta medida las Farc han cumplido, aunque con unas excepciones, la tregua unilateral de esa organización que vence mañana domingo, el Presidente Juan Manuel Santos les advirtió que la Fuerza Pública está preparada ante cualquier hecho de terrorismo que se propongan.

A ver, no. Las Farc dijeron comprometerse a una 'tregua unilateral' de cese de hostilidades, que no cumplieron. Sus ataques terroristas contra la población civil y estamentos del estado se siguieron presentando como si fuera temporada abierta. 57 por la cuenta de la Defensoría del Pueblo.

"Hemos detectado algunos intentos para hacer terrorismo y eso en el fondo que demuestra: que el terrorismo es una demostración de debilidad. Es fácil poner a un muchacho que ponga un maletín con explosivos al lado de un banco o un almancén, pero es una muestra de debilidad", dijo el Presidente Santos.

Ahh, o sea que las Farc han estado demostrando debilidad durante más de 50 años y aún así los gobiernos colombianos se han mostrado metódica y sistemáticamente incapaces de acabarlos. ¿Quién es el débil ahora?

Les advirtió a las Farc que si van a adelantar acciones terroristas que "eso lo que va generar es un rechazo total de la población. Los actos de terrorismo son un acto de cobardía porque no enfrentan a la Fuerza Pública sino que lastiman a la sociedad civil. Eso es lo peor que puede suceder", les dijo.

Pero díganos algo que no sepamos (y, preferiblemente, que sea verdad). El terrorismo de las Farc es lo que, precisamente, consiguió el repudio de este pacto de impunidad entre la ciudadanía. Es más, las Farc, con su incesante terrorismo, fueron los directores de campaña tanto del impresentable de Álvaro Uribe Vélez, como de su sucesor, el ahora presidente Santos.

Mientras en nuestro nombre se firman pactos secretos con el grupo terrorista, estas pequeñas cápsulas de información-campaña son lo poco que podemos analizar de este anunciado fracaso.