Aunque tengo muchas reservas frente al proceso de 'paz' que adelanta el Gobierno con las guerrillas terroristas, creo que la crítica más fuerte que puedo hacerle es que lo han infectado deliberadamente con superstición.
No es sólo que las creencias irracionales no ayuden a resolver nada, sino que privilegiar a las comunidades cristianas frente a las minorías religiosas y no-religiosa es cometer una atrocidad contra la igualdad de todos los ciudadanos y contra la libertad de todas las víctimas. Además de todo es derrotista: ¿qué paz puede haber cuando se siguen marginando a las minorías que no creemos en el zombie judío y no queremos que el dinero de nuestros impuestos se desperdicie patrocinando esa creencia?
Pero al Gobierno eso le trae sin cuidado — así que las iglesias se siguen entrometiendo en el proceso:
Un reciente intercambio de cartas entre la Mesa Ecuménica por la Paz, movimiento social que agrupa personas y organizaciones de diferentes confesiones cristianas en el país, y el máximo comandante del Ejército de Liberación Nacional (Eln), Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, comienza a abrir el camino para la participación activa de la Iglesia en las negociaciones de paz entre el Gobierno y esa guerrilla.
[...]
“Somos conscientes del papel que han jugado las iglesias en el conflicto que vive Colombia y por lo mismo somos conscientes del rol que debemos jugar en este momento para la construcción de la paz. Por lo mismo sabemos que un proceso de paz debe tener en el centro la justicia y las víctimas”, dice inicialmente la misiva de la Mesa Ecuménica. En este sentido, señalan que un proceso de paz se tiene que hacer con todos los sectores de la sociedad y proponen el establecimiento de “veedurías éticas populares y ciudadanas por la paz, (...) como un mecanismo real de participación y empoderamiento social de estos compromisos. Estas veedurías estarán centradas en dos temas fundamentales para nosotros: la participación política y la democracia y las víctimas”.
Si realmente fueran conscientes del papel que han jugado en el conflicto, dejarían de entrometerse — ya han hecho suficiente daño.
Hay que ser muy cínico para decir que el proceso requiere de todos los sectores de la sociedad mientras se encargan de perpetuar la exclusión de los sectores no cristianos del mismo.
Y para quienes entendemos que el laicismo es la piedra angular de una democracia, de la igualdad y de cualquier pretensión de paz, no hay muchas alternativas — o votamos por este proceso que ha perpetuado el privilegio religioso —al punto de que traerán al papa Frank para hacerle publicidad—, o le damos una victoria al criptofascista nido de hampones llamado 'Centro' 'Democrático', para quienes violar el laicismo es tan común que la sede de su última campaña presidencial era la Misión Carismática Internacional.
¡¡Cualquiera diría "Que entre el Diablo y escoja", pero este ni siquiera existe!!
(imagen: Facebook)
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Publicado en De Avanzada por David Osorio
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