Diez preguntas para los ateos

Me encanta cada vez que los cristianos hacen cuestionarios de preguntas para ateos, porque suelen incluir preguntas que ellos creen que son capciosas o difíciles — al responderlas uno no puede sacudirse la idea de que algunos de estos creyentes realmente son incapaces de hacer el ejercicio mental de ponerse en el lugar de alguien que piensa diferente.

Por ejemplo, hace unos años respondí un reto para ateos que consistía en 10 preguntas supuestamente capciosas; luego respondí una serie de preguntas para los proelección que también se suponía que eran difíciles.

Ahora, Christian Today publicó otras diez preguntas para ateos (hay algunas un poco ofensivas) y me animé a responderlas, así que aquí están:

1. ¿Cómo te volviste ateo?

Como todos, nací ateo. Mis papás cometieron el grave error y abuso de aprovechar que no podía oponerme y que no tenía ningún elemento de juicio, y me inscribieron a la religión católica (en vez de hacer lo correcto y esperar a que cumpliera la mayoría de edad y haber tenido una educación de calidad para que yo mismo decidiera).

Después de muchos abusos autoritarios por las directivas del colegio católico, y de leer Tratado de ateología, La puta de Babilonia y Dios no es bueno me armé de valor para abandonar para siempre la autoritaria noción de un mago cósmico al que le preocupa lo que hago con mi cuerpo y pretende que vigile lo que los demás hacen con los suyos.

2. ¿Qué pasa cuando morimos?

Nuestros seres queridos sufren y nuestros cuerpos se descomponen (o son cremados). En cuanto a nuestra conciencia, nada: esta es un producto de procesos bioquímicos que se generan en nuestro cerebro y así como no la teníamos antes de nacer, tampoco existirá cuando nos hayamos ido.

3. ¿Y si te equivocas? ¿Y hay un cielo? ¡Y hay un INFIERNO!

Entonces dios tiene mucho por qué responder.

4. Sin dios, ¿de dónde sacas tus valores?

Principalmente de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Como tengo la convicción de que una mejor comprensión del mundo contribuye a la realización individual y colectiva, también me esfuerzo porque mis valores estén tan científicamente informados como sea posible — entre mejor conozca la realidad que me rodea, mejor me puedo desenvolver en ella y ayudar a quienes tengo cerca.

Tengo la obligación moral de tratar de entender la realidad lo mejor que pueda porque mis acciones (que son una extensión de mis creencias) afectan mi entorno. Renunciar a comprender la realidad y a actuar en consecuencia sería jugar con las vidas de quienes me rodean.

5. Si dios no existe, ¿podemos hacer lo que queramos? ¿Podemos asesinar y violar? ¿Mientras que las buenas acciones no son recompensadas?

Lo uno no se sigue de lo otro. En particular, yo nunca he querido asesinar ni violar a nadie. Valoro mucho la vida y la libertad como para arrebatárselas injustificadamente a alguien; además, para mí, el sexo no tiene sentido si no se satisface a la pareja y si ella no desea estar conmigo. Así que, además de ser una atrocidad, la violación es estúpida.

Un repaso por la demografía carcelaria revela que la inmensa mayoría de reclusos creen en dios, por lo que es razonable afirmar que la creencia en dios no disuade de la comisión de delitos, asesinatos y violaciones incluidos. Los ateos representan menos del 1% de la población carcelaria. Con esta información, y siguiendo la lógica con la que plantearon la pregunta, uno esperaría que dejen de creer en su dios.

Y yo no necesito que mis buenas acciones sean recompensadas con nada diferente a la satisfacción de poder ayudar a los demás. Yo hago el bien porque me nace, no por la promesa de una recompensa (o, como diría Bernard Shaw y luego retomaría Lisandro Duque Naranjo, por "el soborno del Cielo").

6. Si dios no existe, ¿cómo le das sentido a tu vida?

Básicamente como cualquier otro ser humano: encuentro las cosas que me apasionan y me gustan, y trato de vivir tantas experiencias relacionadas con ello como pueda. Uno 'decide' el sentido de su vida.

La única diferencia con los creyentes es que los ateos tenemos millones de posibilidades, mientras que a ellos les han impuesto un propósito (y, claro, por lo general ese propósito le representa algún beneficio terrenal al clérigo de turno).

7. ¿De dónde vino el Universo?

No lo sabemos con total certeza aunque, muy probablemente, el Universo vino de la nada.

8. ¿Y qué hay de los milagros? ¿Qué hay de toda la gente que afirma tener una conexión con Jesús? ¿Qué hay de todos los que afirman haber visto ángeles o santos?

¿Qué hay con ellos? Por definición, un milagro es la suspensión de las leyes naturales. No hay evidencia de que nunca, jamás, algo por el estilo haya ocurrido. Y es que los milagros lo tienen más de pa'rriba, pues creer afirmaciones extraordinarias requiere de evidencias extraordinarias. Y buena parte de los registros de milagros son fraudes.

¿Y qué hay de toda la gente que afirma tener una conexión con Supermán? Que muchas personas alucinen con conceptos con los cuales fueron adoctrinados desde pequeños sólo prueba el poder de la sugestión y que nuestros sentidos son muy fáciles de engañar.

Por esto, los testimonios no sirven como evidencia — precisamente para evitar los sesgos cognitivos y las heurísticas, el método científico es el estándar de oro para afirmar con razonable certeza que algo es cierto o existe.

9. ¿Qué opinas de Dawkins, Hitchens y Harris?

Tengo mis diferencias con ellos (Richard Dawkins desperdicia su gentileza siendo caritativo con escorias SJW; con Christopher Hitchens difiero en cuanto a la invasión a Irak; y con Sam Harris tengo mis diferencias sobre budismo, meditación y perfilar a los musulmanes), pero eso no cambia que sienta toneladas de admiración por cada uno, por su trabajo, por su honestidad intelectual, por su valentía para desafiar la corrección política y porque con sus obras y aportes han hecho de este un mundo mucho mejor del que encontraron.

10. Si dios no existe, entonces, ¿por qué todas las sociedades tienen religiones?

No tiene nada que ver: negamos la existencia de todos los dioses porque no hay evidencia que sustente la creencia en ninguno de ellos. Y la verdad no es democrática.

Las sociedades tienen religiones porque la ignorancia y el miedo ajenos siempre han sido un buen filón de negocio. Y, por cierto, no todas las sociedades tienen religiones — por ejemplo, la sociedad pirahã carece de creencia en dioses.



¿Y ustedes qué responderían diferente? ¡La sección de comentarios está abierta!

(imagen: pix-hd)

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Publicado en De Avanzada por David Osorio