martes, 9 de octubre de 2012

Así se hace un estudio sobre transgénicos

Con toda la publicidad que ha tenido el falso estudio de Séralini, que manipuló los datos para promover su agenda anticientífica, es un alivio encontrar un estudio serio y bien llevado a cabo al respecto.

Es el caso de un estudio de Sakamoto et al. que no encontró ningún efecto adverso del consumo de transgénicos:

Un estudio de alimentación crónica para evaluar la seguridad de los transgénicos de soya (soya modificada genéticamente) tolerantes al glifosato se realizó con ratas F344 DuCrj. Las ratas fueron alimentadas con una dieta que contiene soya transgénica o soya no transgénica a la concentración del 30% en la dieta basal. La soya no modificada genéticamente era una especie muy relacionada a la soya modificada genéticamente. Estas dos dietas se ajustan a un nivel de nutrientes idénticos. En este estudio, la influencia de la soya transgénica en ratas se comparó con la de las semillas de soya no transgénicas, y, además, para evaluar el efecto de la soya misma, los grupos de ratas alimentadas con soya transgénica y no transgénica fueron comparados con un grupo alimentado con  una dieta comercial (CE-2). Las condiciones generales fueron evaluadas diariamente y el peso corporal y el consumo de alimentos fueron registrados. A la terminación (a las 104 semanas), los animales fueron sometidos a exámenes patológicos, hematológicos y sérico-bioquímicos. Hubo varias diferencias en el crecimiento de los animales, la ingesta de alimento, el peso de los órganos y los hallazgos histológicos entre las ratas alimentadas con soya transgénica y/o no transgénica y la ratas alimentadas con CE-2. Sin embargo, el peso corporal y la ingesta de alimentos fueron similares en las ratas alimentadas con la la soya transgénica y la no modificada genéticamente. Los hallazgos de necropsia brutos, los parámetros sérico- bioquímicos y hematológicos y  el peso de los órganos no mostraron diferencias significativas entre las ratas alimentadas con soya transgénica y soya no modificada genéticamente. En la observación patológica, no hubo ni un aumento de la incidencia ni ningún tipo específico de lesiones no neoplásicas o neoplásicas en el grupo de soya transgénica en cada sexo. Estos resultados indican que el consumo a largo plazo de la soya transgénica al nivel de 30% en la dieta no tiene ningún efecto adverso aparente en ratas.

A ver si Séralini aprende a hacer estudios serios, como este.

(vía GMO Pundit)

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