viernes, 8 de julio de 2011

¿Y dónde queda la justicia para las víctimas de la pederastia católica?

Al final, como si fuera lo menos importante.

Siempre lo he sospechado y ahora no me cabe duda. Para el Vaticano, es más importante su juicio interno (el estudio de cursos de acción para proteger al pederasta) que la justicia terrenal (o sea, real) de los hombres:

“Se han enviado varios casos al Vaticano para su estudio, y el mismo Papa Benedicto XVI ya los ha resuelto. Su Santidad analiza con cuidado estos casos y toma determinaciones al respecto”, señaló Córdoba, quien aclaró que la respuesta vaticana llega hasta la destitución del sacerdote. Paso seguido, los casos son puestos en conocimiento de la justicia ordinaria.

O sea que si alguien, por ejemplo cualquier Maciel, fuera un pederasta insigne en las filas de purpurados católicos (algo así como el goleador estrella de los equipos de fútbol nacionales) y al Papa le pareciera que su caso merece revisión especial -lo que entendemos por dilación del proceso-, el caso jamás llegaría al conocimiento de la justicia ordinario, o sea, de la justicia.

Por otra parte, a diferencia de los so-cerdotes colombianos, yo encuentro bastante sospechoso que en Colombia haya tan pocos casos:

Monseñor Córdoba afirmó que en este momento en la Santa Sede se estudian entre cinco y seis casos de sacerdotes colombianos involucrados en presuntos abusos.

El jerarca hizo énfasis en el hecho de que Colombia es uno de los países que menos casos registra de miembros de la Iglesia involucrados en escándalos de este tipo.

Yo creo que como la peste católica tiene contaminado el país, hay personas que prefieren que sus derechos no sean protegidos, antes de denunciar al criminal párroco que ha abusado de sus hijos. Es lo que hace la religión, ¿por qué habríamos de extrañarnos?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.