Los países escandinavos siempre me han llamado la atención por su alto grado de civilización, su riqueza, su respeto por los derechos humanos y su rechazo a la superstición organizada.
Por cuestiones de idioma y clima no me iría a vivir allá (soy más de disfrutar la playa), pero creo que ellos han estado lo más cerca de tener una sociedad paradisíaca. Y no es que sean sociedades perfectas. Aspectos como la existencia de monarquías o la gran aceptación del multiculturalismo me impresionan. Sin embargo, en Noruega se acaban de deshacer de uno de esos nefastos aspectos:
Se merecen todo el respeto del mundo y un gran aplauso.
(visto en Richard Dawkins Foundation for Science and Reason)
Por cuestiones de idioma y clima no me iría a vivir allá (soy más de disfrutar la playa), pero creo que ellos han estado lo más cerca de tener una sociedad paradisíaca. Y no es que sean sociedades perfectas. Aspectos como la existencia de monarquías o la gran aceptación del multiculturalismo me impresionan. Sin embargo, en Noruega se acaban de deshacer de uno de esos nefastos aspectos:
En una acción sin precedentes, el Parlamento de Noruega ha votado la abolición del patrocinio estatal a la Iglesia de Noruega, con una enmienda constitucional.
La medida bipartidista para crear una separación entre Iglesia y Estado será presentada oficialmente el martes, según informa TV2 de Noruega. La nación no tiene una religión oficial, y el Gobierno no va a participar en el nombramiento de los rectores y obispos de la iglesia.
Svein Harberg, el portavoz del comité de Iglesia, Educación, e Investigación señaló que la decisión "es histórica tanto para la Iglesia de Noruega y para los políticos en el Parlamento".
La Iglesia de Noruega comenzó después de la Reforma luterana en 1536, y se llamó oficialmente la Iglesia Estatal Luterana. El estado se inmiscuyó muy poco en los asuntos de la iglesia, sólo calmando los disturbios, cuando tenía que hacerlo, elegiendo a los altos funcionarios de la iglesia, y apoyándola financieramente. La oposición de los grupos seculares surgió en la década de 1970 cuando la economía de Noruega se disparó y la iglesia se benefició.
Tradicionalmente, todos los ciudadanos de Noruega se convierten en miembros de la Iglesia de Noruega en el bautismo. El 79 por ciento de los noruegos son miembros registrados, pero sólo alrededor del 20 por ciento hacen de la religión una parte importante de sus vidas y sólo el dos por ciento asiste a la iglesia con regularidad, de acuerdo con los datos del 2009 y del 2010. Un estudio del 2002 realizado por Gustafsson y Pettersson reveló que el 72 por ciento de los noruegos "no creen en un Dios personal".
Se merecen todo el respeto del mundo y un gran aplauso.
(visto en Richard Dawkins Foundation for Science and Reason)
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