miércoles, 8 de agosto de 2012

La religión verde

Infortunadamente, los que nos preocupamos por el medio ambiente y por buscar soluciones reales a problemas como el cambio climático, nos encontramos en el mismo terreno que personas que ven han adoptado a "la madre naturaleza" (?) como su dios.

Para James Gray, el dogma anticientífico está dañando el ambientalismo:

Cuando el Partido Verde, a través de su miembro de la Asamblea de Londres Jenny Jones, pareció respaldar las recientes protestas contra los transgénicos de Rothamsted Research, en Hertfordshire, que involucraban un plan para "descontaminar" (léase "destrozar") un ensayo de trigo, su compromiso con la ciencia fue puesto en voz alta en tela de juicio. El escritor Nick Cohen calificó a los organizadores de la protesta como un "movimiento cuasi-religioso", partidarios de la "fe verde" quienes albergaban "una ilusión casi pagana de que la naturaleza es pura y debe ser salvada".

Mark Lynas, autor de The God Species y crítico desde hace mucho tiempo de la ortodoxia ambientalista, es igualmente mordaz. "Hay una sensación de que una considerable proporción de la eco-filosofía convencional no se basa en la evidencia empírica racional", dice. "Ellos dicen que se sienten cómodos con la ciencia sobre el cambio climático, pero muestran la inclinación inversa cuando se trata de temas como los transgénicos y la energía nuclear".

El Partido Verde moderno tiene su origen en A Blueprint for Survival, un manifiesto ecologista, que ocupó todo un número de la revista The Ecologist en 1972. Su llamado a un regreso a comunidades autosuficientes de pequeña escala, fue redactado en un lenguaje netamente místico. "[N]o hay una distinción válida entre las leyes de Dios y las de la naturaleza", decía, "y el hombre debe vivir siguiéndolas no menos que cualquier otra criatura". El castigo por la desobediencia serían "las hambrunas, las epidemias, las crisis sociales y las guerras".

Small is Beautiful, una colección de ensayos de 1973 por el economista EF Schumacher, fue igualmente influyente. Schumacher pide una descentralización radical de la sociedad, una "economía como si la gente importara". A pesar de que acuñó el término "economía budista", Schumacher era en realidad un católico que describió su proyecto en términos teológicos. "Si podemos recuperar la conciencia que Occidente tenía antes de la revolución cartesiana, que yo llamo la segunda caída del hombre, entonces vamos a estar llegando a alguna parte", dijo en 1977.

Las ideas de Schumacher se mantienen vivas por el Círculo de Schumacher, una red de organizaciones que incluye a la Soil Association, el grupo de presión orgánica co-fundado en 1946 por Lady Eve Balfour y del cual Schumacher fue presidente. Al igual que Schumacher, Balfour estaba profundamente preocupada por la soberbia humana, el más mortífero de todos los pecados ("El contacto cercano con la naturaleza contrarresta eficazmente cualquier tendencia a sobrevalorar los logros del hombre"). También fue una defensora de la biodinámica - un sistema agrícola diseñado por el ocultista austriaco Rudolf Steiner, descrito por el escéptico Brian Dunning como "un hechizo mágico lanzado sobre toda una granja" - que la Soil Association promueve hasta el día de hoy.

Pero mientras que la herencia antimoderna y pseudocientífica del movimiento claramente todavía está presente, está siendo cuestionada por una nueva generación de activistas resueltamente a favor de la ciencia. "Si no has sido entrenado para usar un enfoque basado en pruebas para formar tus opiniones, entonces probablemente serás influido por campañas emotivas", dice el científico ambiental Bex Holmes, que representó al Partido Verde Escocés (distinto del Partido Verde de Jones de Inglaterra y Gales) en las elecciones locales de mayo. Su consejo para los racionalistas es participar de manera activa e impulsar políticas basadas en la evidencia: "No te quejes, actúa".

Lynas no es tan optimista. "Los Verdes no tienen registrada la marca de la preocupación ambiental y no es de su propiedad", dice. "Tenemos que pensar por nosotros mismos, de eso es de lo que se trata la tradición de la Ilustración".

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