Mientras que el Gobierno empieza a comprender y meterse en sus duras cabezas cómo es que se debe alcanzar la paz, hay otros sectores que no quieren entender. No me extraña ver que el Polo Demagógico Alternativo o que Piedad Córdoba o alguno de los populistas movimientos asociados con ellos promueva la "salida negociada", eufemismo con el que le hacen barra a la impunidad y la injusticia.
Pero no me esperaba que el Fiscal General de la Nación se pusiera a defender eso de negociar con terroristas:
Creo que la paz no puede venir a cualquier precio. Y donde los criminales reciben rebajas de pena por cometer delitos de lesa humanidad es en donde yo trazo la línea.
Y lo más preocupante de todo es que es el Fiscal General quien está detrás de estas disparate. Precisamente ¡es su trabajo perseguir a los delincuentes, y ante un juez, más allá de la duda razonable que cometieron delitos!
Aunque supongo que si en este país el defensor de los Derechos Humanos es un católico fanático intolerante, el Fiscal General puede ser un amigo de la impunidad, ¿por qué no?
Pero no me esperaba que el Fiscal General de la Nación se pusiera a defender eso de negociar con terroristas:
Una importante propuesta presentó este miércoles el fiscal General, Eduardo Montealegre sobre la posibilidad de entregar un indulto condicionado a los autores del conflicto armado, siempre y cuando se desprenda de un proceso de paz.
En este sentido aclaró que en el actual debate del marco para la paz que cursa en el Congreso de la República, se debe tener en cuenta una posible modificación para que se modifiquen los concepto de amnistías e indultos que se encuentran establecidos en la Constitución Política de Colombia en la que se indica que están atados a delitos políticos.
Creo que la paz no puede venir a cualquier precio. Y donde los criminales reciben rebajas de pena por cometer delitos de lesa humanidad es en donde yo trazo la línea.
Y lo más preocupante de todo es que es el Fiscal General quien está detrás de estas disparate. Precisamente ¡es su trabajo perseguir a los delincuentes, y ante un juez, más allá de la duda razonable que cometieron delitos!
Aunque supongo que si en este país el defensor de los Derechos Humanos es un católico fanático intolerante, el Fiscal General puede ser un amigo de la impunidad, ¿por qué no?
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