sábado, 30 de junio de 2012

Kueka

El populismo multicultural genera muchísimos réditos políticos. Por eso no es de extrañar que Hugo Chávez recurra a chamanes y ridículas supersticiones tradicionales de Latinoamérica cada vez que tiene oportunidad.

Y ahora pretende formar todo un escándalo internacional y desperdicia los petrodólares que tiene, peleándole a Alemania que devuelva un pedazo de piedra:

La roca Kueka (abuela, en lengua indígena), que pesa 30 toneladas, estuvo expuesta hasta el año 1998 en el Parque Nacional Canaima, en el sur de Venezuela, en una zona habitada por el pueblo Pemón, que la considera sagrada. Según la leyenda, es una anciana convertida en roca.

En 1998, en virtud de una donación del gobierno del presidente Rafael Caldera, la roca fue extraída por el artista alemán Wolfgang von Schwarzenfeld y transportada a Alemania, donde fue tallada, pulida y expuesta en el marco del proyecto Global Stone, un conjunto de rocas arqueológicas expuestas en el parque Tiergarten.

Von Schwarzenfeld indicó la semana pasada a la AFP que el presidente venezolano, Hugo Chávez, pidió la restitución de la piedra hace seis años basándose en argumentos falsos, como por ejemplo que fue robada.

"Para resolver el conflicto, hice la oferta siguiente al embajador (de Venezuela en Berlín): busco otra piedra, la trabajo y hacemos un intercambio", explicó el artista.

"Los costes serían a cargo de Venezuela (...) Mi propuesta no fue ni aceptada ni denegada. A día de hoy ha sido ignorada", agregó.

Claro, porque Merkel no tiene absolutamente nada más de qué preocuparse.

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