La próxima vez que tengas la desgracia de escuchar a un titán de Wall Street u de otro del uno porciento gimotear acerca de cómo sus contribuciones de goteo no son apreciadas por las masas recuerda este dato, cortesía de Garrett Haake a NBC:
Desde el momento en que Mitt Romney dio un paso fuera del escenario la noche del martes, después de haber dado un breve discurso de concesión que sólo escribió esa noche, la enorme infraestructura que rodeaba su campaña rápidamente comenzó a desmontarse.
Los asistentes que se fueron a casa tarde esa noche en taxis tuvieron un rudo despertar cuando se enteraron de que las tarjetas de crédito vinculadas a la campaña ya no funcionaban.
En caso de que se lo estén preguntando, esto no tenía que suceder. La entidad Mitt Romney para Presidente no termina con la pérdida de Romney la noche del martes. Hay documentos que han de presentarse con las distintas comisiones federales y cuentas a pagar.
(vía Facebook)
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