El Radical ha publicado una excelente historia del Externado y su defensa de la educación laica y los valores ilustrados; aquí una pequeña muestra:
Como se estableció en el primer reglamento de la Universidad, para obtener el grado era obligatorio presentar una monografía final. En estos primeros documentos se evidenció la revolución ideológica que se gestaba en el Externado, siempre concentrada en impulsar la laicidad como valor fundamental para el Estado y el sistema jurídico colombiano. La primera tesis defendida en la Universidad, en el año de 1886, fue titulada “Esfera de Acción del Gobierno”, por Tomás O. Eastman. En este escrito, para optar por el título de doctor en jurisprudencia, Eastman presentó una magnífica defensa del Estado liberal no intervencionista cuya misión esencial es proteger a toda costa el ejercicio de las libertades individuales. En esta reflexión el graduando criticó severamente el rol que jugó la Iglesia Católica en la “muerte de España” pues consideró que
el Santo Oficio opuso el poder eclesiástico y el secular, las preocupaciones del pueblo, la hoguera y el tormento a todo lo que no se conformaba con las repugnantes supercherías que por religión tenían los españoles de ese tiempo: ¿quién tendrá valor suficiente para investigar, o escribir, cuando el menor descuido, por inocente que fuera, podía ser causa de que lo quemaran vivo? El resultado fue que el pensamiento tuvo que abstenerse de obrar o dirigirse a lo místico, la ciencia enmudeció y la ignorancia más profunda se apoderó de todos.
A su vez, Ignacio V. Espinosa en el año 1887, defendió su tesis para obtener el título de doctor en jurisprudencia y la tituló “El Matrimonio”. En este documento, Espinosa realizó un avanzado estudio sociológico sobre la figura del matrimonio y concluyó que esta es una invención social que no resulta ‘natural’ para las personas, afirmación que incluso hoy en día sacude a los más fervorosos. Adicionalmente, concluyó su presentación con una defensa a ultranza del divorcio, descartando de manera juiciosa y efectiva los argumentos religiosos que se erigían en contra de esta institución.
Más adelante en el año de 1893 se presentó la tesis titulada “De la pena de muerte” y defendida por Blas Viñas Paniza para hacerse acreedor al título de Doctor en Jurisprudencia. En esta ocasión Viñas realizó una lapidaria crítica a la pena de muerte, figura que por supuesto respondía a la figura del Estado confesional que instauró la dictadura de Núñez. El estudiante presentó una avanzada y sofisticada defensa de su posición, y argumentó: “la sociedad no tiene derecho para imponer la pena de muerte, porque los derechos de ellos no son sino el resultado de los derechos individuales, y no teniendo el individuo ninguno para destruir su existencia, tampoco puede tenerlo la sociedad”.
Como estas podríamos enlistar y describir cada una de las monografías que fueron presentadas por las primeras generaciones de externadistas, todas de diversas disciplinas y perspectivas pero comunes en sus esfuerzos por enfrentarse a los dogmas católicos con la fuerza indiscutible de las ideas trabajadas y puestas a prueba.
Recomiendo que lean todo el artículo, que está muy bien escrito y reseña brevemente la defensa externadista de las libertades individuales.
En serio, Colombia es toda una Banana Republic, empantanada de feudalismo y medioevo hasta más no poder. De lo poco colombiano en consonancia con la civilización es la gloriosa Universidad Externado de Colombia.
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