Retos para creacionistas — ajolotes y la cueva de Rumania

Desde hace unos meses le sigo la pista al blog de Rosa Rubicondior, pues tiene la particularidad de que cada vez que divulga ciencia, plantea una pregunta que pone en aprietos al creacionismo.

Hoy traigo dos ejemplos de esto.

1) Desde hace algunos años se sabe que los ajolotes tienen la capacidad de regenerar miembros perdidos, aunque hasta ahora no se había encontrado el mecanismo exacto. Un estudio publicado en Developmental Biology apunta a que el ajolote consigue esto volviendo a ejecutar su propio desarrollo embriológico en el ámbito local.

La pregunta para los creacionistas es:

¿Por qué un dios creador que hizo el Universo para que gire en función del ser humano parece haber favorecido a los ajolotes y les dio los medios para regenerar partes faltantes del cuerpo y, sin embargo, no dotó a los seres humanos con las mismas capacidades?

2) Llegan noticias de que una cueva cerca del Mar Negro en Rumania, que ha estado aislada del mundo exterior durante 5,5 millones de años, tiene varios ejemplos de criaturas únicas y extrañas que viven en ella; en un ambiente completamente hostil para la vida humana.

El reto para los creacionistas sería explicar:

Dado que estas criaturas eran completamente desconocidas para los humanos antes de 1986 y no parecen tener ningún beneficio para nosotros en absoluto, sería interesante escuchar cómo los creacionistas logran ajustar este sistema de cuevas y sus especies únicas en su narrativa de la Biblia de que toda la vida fue diseñada inteligentemente para el beneficio de los seres humanos. También sería interesante escuchar cómo esto encaja con la afirmación creacionista de que de alguna manera las condiciones de la Tierra son supuestamente perfectas para la vida humana y que, de alguna forma, la "vida" requiere condiciones muy precisas.

Si algún creacionista se digna responder, que siga sintonizado pues, posiblemente, la explicación que ofrezca será refutada en futuros posts.

(imagen: Wikipedia)

____
Publicado en De Avanzada por David Osorio