jueves, 13 de octubre de 2011

El budismo, una religión más

La primera crítica al budismo y su horrenda cosmovisión la vi en el mejor episodio de Penn & Teller: Bullshit!

Luego, el dios No Es Bueno de Christopher Hitchens me enseñó que las religiones orientales son igual de poco trascendentes e inhumanas que las occidentales.

Ahora, Mauricio-José Schwarz, el escéptico de cabecera (tal como lo describe Ismael Valladolid) ha sabido resumir magistralmente lo odioso y retorcido que es el sistema de creencias budista:

Como todas las religiones, el budismo es la exaltación como maravilloso de lo inhumano, lo horrible y lo malévolo.

El budismo supone que el sufrimiento es causado por el deseo (no por la maldad, no por la injusticia, no por la enfermedad, no por la deshumanización) y que al desaparecer el deseo (todo deseo), se puede alcanzar la iluminación y romper el ciclo de reencarnaciones para hacerse uno con el todo desde la insensibilidad total. Cualquiera que dijera eso sin una religión que lo respaldara sería, claro, atacado como inhumano, cuando la lucha contra el sufrimiento no es una labor meramente subjetiva y egoísta, sino que es una tarea social que implica acción permanente y solidaria en la medida de nuestras capacidades, a veces muy limitadas.

"Todo deseo", claro, incluye el deseo de justicia, el deseo del fin de la maldad, el deseo de acabar con el sufrimiento de los demás, el deseo de disfrutar del amor, del arte, del sexo, de la amistad, del asombro del universo, de saber, de vivir... _todo deseo_. La insensibilidad al deseo y al sufrimiento que nos lleva a la iluminación, el bodhi, implica la capacidad (no lo dicen, pero es inevitable resultado de su visión) de mirar morir de hambre y enfermedades prevenibles a un niño sin sentir nada, absolutamente nada. Estar por encima de esas, digamos, "fruslerías" de la vida humana. Cierto que una de las "nobles verdades" del Buda es no hacer el mal, pero en ningún lado se implica que haya que impedir el mal que hacen otros (eso sería un deseo y llevaría al sufrimiento y nos obliga a seguir reencarnando y volvemos a empezar).

Esto en cuanto a los principios filosóficos o teóricos del budismo. En la práctica, como ocurre con otras religiones incluidas las abrahámicas, sus mejores principios son simplemente traicionados o evadidos por quienes se benefician de ella. Si los Papas del Cristo "Príncipe de la Paz" han aplaudido todo género de guerras y masacres, los jefes budistas (en particular el Dalai Lama) han sido feroces señores feudales con guerreros y listos a aplaudir a su vez cualquier barbaridad (como el programa nuclear indostano).

Eso sumado a todas las desgracias que le ha significado el Dalái Lama al mundo hacen del budismo una de las peores filosofías de vida y conjunto de creencias con el que jamás se haya cruzado la humanidad, o sea, una religión en todo el sentido de la palabra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.