Un estudio de Robert-Paul Juster, del Centro de Estudios de Estrés Humano del hospital Lafontaine, en Canadá, acaba de llegar a una conclusión interesante.
Las personas LGBTI que han salido del clóset tienen menos niveles y síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellos que mantienen sus preferencias sexuales en secreto, e incluso son menores que en los heterosexuales.
Esta es una buena noticia, salir del clóset es saludable.
No parece descabellado pensar entonces, que esto podría ser aplicable también a los ateos - se vive una vida más tranquila al quitarse el peso de ese secreto de encima. No deja de antojarse interesante un estudio al respecto, conocer, por ejemplo, la relevancia de la Out Campaign de Richard Dawkins, que cobraría aún más importancia.
Sin embargo, no hay que dejar de lado las palabras del propio Juster con respecto a los resultados del estudio:
Canadá ha sido un país en donde la civilización ha tenido más campo para desarrollarse que en otros rincones del planeta, lo que también ha supuesto un clima de comprensión y que la homofobia sea rechazada socialmente, a diferencia de sociedades más religiosas.
En todo caso, este es un buen precedente.
(vía Ateorizar)
Las personas LGBTI que han salido del clóset tienen menos niveles y síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellos que mantienen sus preferencias sexuales en secreto, e incluso son menores que en los heterosexuales.
Esta es una buena noticia, salir del clóset es saludable.
No parece descabellado pensar entonces, que esto podría ser aplicable también a los ateos - se vive una vida más tranquila al quitarse el peso de ese secreto de encima. No deja de antojarse interesante un estudio al respecto, conocer, por ejemplo, la relevancia de la Out Campaign de Richard Dawkins, que cobraría aún más importancia.
Sin embargo, no hay que dejar de lado las palabras del propio Juster con respecto a los resultados del estudio:
A medida que los participantes de este estudio disfrutan de derechos progresivos canadienses, ellos pueden ser intrínsecamente más saludables y más resistentes. Salir del clóset ya no es una cuestión de debate popular sino una cuestión de salud pública. A nivel internacional, las sociedades deben esforzarse por facilitar esta autoaceptación, promoviendo la tolerancia, políticas progresistas y disipando el estigma de todas las minorías.
Canadá ha sido un país en donde la civilización ha tenido más campo para desarrollarse que en otros rincones del planeta, lo que también ha supuesto un clima de comprensión y que la homofobia sea rechazada socialmente, a diferencia de sociedades más religiosas.
En todo caso, este es un buen precedente.
(vía Ateorizar)
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