Él era tan 'bueno', iba a la iglesia...

En la comunidad mexicana de Tuxtlas no lo están pasando nada bien. El barbero de allá, Jorge Ferman de Dios alias “El Tío”, era un pederasta y se dio un 'banquete' de 14 menores de edad antes de darse a la fuga. Entre los testimonios se rescata esto que dijo el padre de una de las víctimas:

“Se ganó nuestra confianza a través de su devoción religiosa, él visitaba las casas y leía la biblia con cada familia, a los niños les regalaba libros y los invitaba a su casa para enseñarles la palabra de Dios”, dijo Jonás, padre “Juan”, quien es uno de los niños que fue víctima de esta persona.

Es un trágica experiencia. Ojalá atrapen al desgraciado, lo juzguen y lo condenen. A pesar de lo doloroso y atroz de la situación, se puede sacar una moraleja útil y práctica de todo esto: creer en dios, tener creencias religiosas, o asistir a la iglesia no son las características de personas "buenas". Son características de... personas religiosas.

Eso no hace a nadie moralmente superior y entre más claro y rápido se filtre esa idea en la sociedad, más a salvo y prevenidos estaremos nosotros y nuestros familiares de engaños similares o peores que el de Tuxtlas.