Ana María Ruiz describe impecablemente a los dichosos "pro-vida":
Cigotos, sí. Pena de muerte, también. Vaya, que son pro-vida.
Estos grupos, que sin eufemismos es mejor denominar anti-derechos, han salido de sus cavernas y, de qué manera, se mandaron a la campaña política, a la plaza pública, a la propaganda pagada y a la imagen impactante para abolir cualquier avance en derechos que, de acuerdo con sus creencias, lleve al ser humano a la comisión de pecados.
Ellos, especialistas en caminar en reversa, utilizan la imagen de bebés como de comercial de talco johnson para atacar las leyes que permiten el aborto; se ponen ropajes seudocientíficos para decir que la “píldora del día después” es abortiva, aunque miles de estudios confirmen lo contrario; atacan masiva y concertadamente las Redes Sociales cuando detectan que las organizaciones de derechos humanos se pronuncian a favor de los derechos sexuales; y, en nombre de la vida que dicen proteger, anuncian a la humanidad descreída que cigotos, embriones y fetos son más seres humanos que las personas que los engendran.
Cigotos, sí. Pena de muerte, también. Vaya, que son pro-vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.