jueves, 7 de julio de 2011

¡Pederasta!

Ya habíamos hablado de este caso pero no nos habían dado un nombre.

Ahora lo tenemos. ¿El protagonista? El so-cerdote Jairo Alzate Cardona:

A siete años y diez días de prisión fue condenado el sacerdote Jairo Alzate Cardona, por encontrársele culpable de delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, en concurso homogéneo. La lectura de esta sentencia se realizó este jueves en Pereira, ante el abogado defensor del sacerdote, pues el implicado, que está bajo medida de aseguramiento en la cárcel La 40 de Pereira, no asistió a la sala.

El Juzgado Segundo Penal del Circuito confirmó que el presbítero abusó de un niño, de 10 años, que era su alumno, en hechos ocurridos en el 2008. De acuerdo con la investigación, este delito se cometió en una institución educativa de Pereira, donde el asegurado se desempeñaba como profesor.

Y la Iglesia sabía de este practicante del deporte nacional del Vaticano y no hizo nada. "Nada" quiere decir que no denunciaron, como están obligados, ante la Fiscalía el delito:

"El padre Jairo, hace 5 años, ya había sido castigado eclesiásticamente por una denuncia que le habían hecho al señor Obispo, con relación al trato que el padre le había dado a un niño. En ese tiempo al párroco se le castigó quitándole la parroquia, se le retiraron las licencias ministeriales por más de dos años y se le sometió a seis meses de tratamiento psicológico y espiritual, por parte de algunos sacadotes de la Diócesis, pero lamentablemente reincidió", manifestó el sacerdote Francisco Arias Salazar, vicario jurídico de la Diócesis de Pereira.

Sus colegas, después de esas 'curaciones' buenas para nada, permitieron que volviera a la enseñanza, circunstancia que tuvo que pagar la víctima por la que hoy en día está siendo condenado:

El sacerdote, deberá cumplir su condena en la cárcel La 40, pues la defensa no presentó recurso de apelación, además, en su contra se adelantan otros dos procesos, uno de ellos por el mismo delito, cometido contra una menor, de 9 años, en el 2002, caso en el que se acogió a sentencia anticipada, y otro por hechos ocurridos el 9 de agosto de 2008, donde la víctima fue un niño de 11 años. Por este último caso la investigación sigue abierta.

¡Qué asco esa podrida institución que es la Iglesia Católica con sus purpuradas ovejas!

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