En muchas ocasiones he denunciado las críticas a los medios de comunicación, ya que son ignorantes y presentan a los seres humanos como si fuéramos máquinas descerebradas incapaces de llevar a cabo una simple operación matemática por nosotros mismos. Es el caso de Noam Chomsky, por ejemplo.
Sin embargo, yo sé que los medios de comunicación no son perfectos, han cometido sus errores, los siguen cometiendo y en muchas ocasiones engañan a la gente. Así que me ha alegrado encontrar una crítica a los medios de comunicación que no cae en la conspiranoia ni recurre a refutadas y anacrónicas teorías de la comunicación, sino por el contrario, se refiere al problema en términos reales, comprensibles y tratables.
En el marco del cierre del tabloide News of the World de Rupert Murdoch, George Monbiot hace un concienzudo análisis del papel de la prensa y propone una solución, una especie de juramento hipocrático para periodistas.
Esta propuesta me parece interesante y aunque faltaría desarrollarla más, al menos no se queda en las monotemáticas y aburridas monsergas de lo malos, malosos y malvados que son los medios de comunicación y los periodistas arrodillados al poder. ¡Es refrescante leer una propuesta de solución!
Sin embargo, yo sé que los medios de comunicación no son perfectos, han cometido sus errores, los siguen cometiendo y en muchas ocasiones engañan a la gente. Así que me ha alegrado encontrar una crítica a los medios de comunicación que no cae en la conspiranoia ni recurre a refutadas y anacrónicas teorías de la comunicación, sino por el contrario, se refiere al problema en términos reales, comprensibles y tratables.
En el marco del cierre del tabloide News of the World de Rupert Murdoch, George Monbiot hace un concienzudo análisis del papel de la prensa y propone una solución, una especie de juramento hipocrático para periodistas.
El principal objetivo del periodismo es el de hacerle rendir cuentas al poder. Este propósito ha sido perfectamente invertido. Los columnistas y bloggers son empleados como ejecutores del poder corporativo, denunciando a la gente que critica sus intereses, itimidando a los débiles. Los magnates de la prensa permiten a los gobiernos de vez en cuando promover los intereses de los pobres, pero nunca permiten obstaculizar los intereses de los ricos. También intentaron disciplinar al resto de los medios de comunicación. La BBC, en los últimos 30 años, se convirtió en una sombra de la emisora valiente que era, y ahora trata a los grandes negocios con servil deferencia. Cada mañana a las 6.15, el reporte del programa de negocios de Today le concede a los ejecutivos la clase de acceso que de otra manera estaría indiscutiblemente reservado a Dios en el Pensamiento del Día. El resto del programa busca la controversia y establece conversaciones entre los opositores, pero estas personas no se enfrentan a sus críticos.
Entonces, ¿qué se puede hacer? Debido a la amenaza peculiar que representan para la democracia, hay que hacer algo para fraccionar todas las participaciones mayoritarias de las compañías de medios, y para que una junta de gobernadores, nombrados quizás por un comité de los Comunes, actúe como un contrapeso a los intereses empresariales de los accionistas. Pero incluso si eso es una idea viable, falta un largo camino. Por ahora, la mejor esperanza podría ser la de movilizar a los lectores a exigir que los periodistas les respondan a ellos, no sólo a sus propietarios. Una de las maneras de hacer esto es presionar a los periodistas para que se comprometan a una especie de juramento hipocrático. Aquí está una tentativa en bruto del primer borrador. Espero que otros lo puedan mejorar. Idealmente, me gustaría ver al Sindicato Nacional de Periodistas alentando a sus miembros a firmar.
'Nuestra principal tarea es hacerle rendir cuentas al poder. Daremos prioridad a las historias y los temas que exponen los intereses del poder. Vamos a tener cuidado con las relaciones que establecemos con los ricos y poderosos, y nos aseguraremos de que no nos incrustaremos en su sociedad. No vamos a ganar el favor de políticos, empresarios u otros grupos dominantes reteniendo el escrutinio de sus asuntos, o torciendo una historia para satisfacer sus intereses.
"Vamos a hacer frente a los intereses de las empresas para las que trabajamos, y los anunciantes que las financian. Nunca vamos a tomar dinero por la promulgación de una opinión particular.
"Vamos a reconocer y entender el poder que ejercen y cómo se origina. Nos desafiaremos a nosotros mismos y nuestra percepción del mundo tanto como desafiamos a otras personas. Cuando resulte que estamos equivocados, lo diremos".
Esta propuesta me parece interesante y aunque faltaría desarrollarla más, al menos no se queda en las monotemáticas y aburridas monsergas de lo malos, malosos y malvados que son los medios de comunicación y los periodistas arrodillados al poder. ¡Es refrescante leer una propuesta de solución!
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