El artículo en el que puse al descubierto las mentiras de Greenpeace Colombia llevó a que yo estuviera en el ojo del huracán de una pequeña tormenta que se armó en mi Twitter.
No debido a defensores de la organización eco-talibán, sino a enemigos de los transgénicos. Lo que pasa es que son posmodernos, relativistas culturales y ese es el problema. Para ellos, los transgénicos atentan contra la agricultura 'orgánica', una disciplina que a su modo de ver es "natural". ¡¡Y los multiculturalistas se vienen con la palabra "natural"!!
La discusión siguió su curso normal: yo recibiendo falacias ad hominem y de inversión de la carga de la prueba y a cambio ofreciendo argumentos. Resulta que en algún punto me pasaron un link a un artículo escrito por un dizque biólogo que afirma que trabaja en GenXPro. El artículo habla pésimamente de la Ciencia, en términos de jerarquías, dogmas y doctrinas. Cuando critiqué eso, me salieron con que la Ciencia es una religión (así, tan tranquilos) y que mi confianza en la Ciencia era lo mismo que la fe.
Respondí al mejor estilo Tim Minchin: La Ciencia cambia sus puntos de vista según lo que se observa. La fe es la negación de la observación para que la creencia pueda ser preservada. Los invité a que si realmente creían que la ciencia es tan prescindible, salieran por la ventana del décimo piso en vez utilizar las puertas. Y fue entonces cuando recibí esta respuesta:
Ahí fue cuando terminé de caer en cuenta que no todo mi timeline está compuesto por autores modernos y racionales, sino que también los hay multicultis y posmodernos (o sea, antimodernos). ¡Y dí por terminada la discusión! De nada sirve discutir con esta gente.
No sé qué me molestó más, si la mentira de que no desconocen el conocimiento científico o el hecho de que esas posturas anticientíficas sean exhibidas por personas que estudiaron Biología.
El caso es que me sentí lo suficientemente motivado para aclarar que los posmodernos sí desconocen el conocimiento - o como lo llaman ellos, el "conocimiento científico". Y aquí estoy:
Según ellos hay otros tipos de conocimientos. Y con esa simpática afirmación buenrollista le conceden validez a toneladas de peligroso pensamiento ilusorio, incluida la pseudociencia.
Y es cuando empieza laincoherencia diversión:
Para ellos, tiene tanta validez la ciencia como la homeopatía. Muy bien, pues en vista de que las cosas no pueden ser y no ser al mismo tiempo, agradecería que me expliquen cómo es que está el Número de Avogadro y a la vez los homeópatas tienen la receta para simplemente evadirlo y que las sustancias diluidas más allá de 10^23 sigan siendo algo más que agua.
Después, espero que me expliquen cómo es que a la vez puede existir el ciclo del agua pero resultan veraces las afirmaciones de este personaje, como salido de los X-Men, que dice que puede manejar el clima a su antojo.
Y cómo es que existen las pruebas de paternidad por ADN pero resulta que como los indígenas tienen una forma de conocer diferente a la de la ciencia, entonces ellos no responden por sus trillizas, sino sólo por una de las tres niñas (que por cierto, bien podría confundirse fácilmente con las otras dos, sobre todo en sus primeros años de vida).
¿Cómo no es desconocer la ciencia el afirmar que existe una energía con consciencia de las cosas sobre las que actúa, si para ser consciente se requiere un órgano físico como el cerebro, que procese los datos que recibe de otros órganos especializados en captar la información como los ojos, el tímpano, las papilas gustativas y la nariz?
Siguiendo con el cerebro, hay tradiciones culturales que señalan que los cerebros de los niños y los de las niñas aprenden de maneras diferentes y de esa forma justifican la segregación por sexos. La Ciencia ha demostrado que no es así.
Hay culturas que equiparan el ciclo menstrual con el ciclo lunar y así justifican prácticas machistas y misóginas. El conocimiento -científico, por supuesto, dado que no hay de otro tipo- establece claramente que no existe ninguna relación.
Los excelentes publicistas enemigos del glifosato aseguran que inyectarle glifosato a un embrión producirá malformaciones, que es cierto. Lo que se olvidan de decir es que también generará malformaciones inyectarle cualquier otra cosa: gasolina, licor e incluso agua. ¡Y no hay una campaña en contra del agua!
Y hablando de agua, la Ciencia nos indica que si excavamos lo suficiente encontraremos el líquido y también nos enseña que existe el efecto ideomotor: fenómeno psicomotriz de mover los objetos inconscientemente. Pero tenemos a los zahoríes, que dicen que si sus varitas se mueven, en donde se muevan, ahí hay que excavar para encontrar agua.
Está la Evolución y están los que dicen que su amigo imaginario hizo el mundo pensando exclusivamente en ellos hace tan sólo 6000 años.
Y podría seguir, pero creo que el punto queda claro: no hay más de un conocimiento y afirmar lo contrario sí es desconocer y rechazar el conocimiento.
Resulta que ni ese conocimiento, ni los hechos varían de acuerdo con cada cultura ni cada filosofía de vida, ni tendencia de pensamiento. Sí, los indígenas también son humanos y también se equivocan. ¿Qué tan infectada de buensalvajismo debe estar una persona para buscar una sociedad en la que nadie se equivoca? ¿No es eso huir de la realidad?
Porque no nos digamos mentiras. Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. Y si el mundo tiene billones de años, no puede, al mismo tiempo, tan sólo haber existido seis milenios. De la misma forma, no puede ser que el mundo sea plano, que a la vez sea eférico-ovalado y a la vez sea un cubo. Si una de las tres es correcta, por definición las otras se equivocan.
Y lo siento mucho, pero tener una cosmovisión no es un seguro contra las equivocaciones y formas erradas de comprender y abordar la realidad.
Siempre habrá personas que digan que sí. Son el tipo de gente que cree que Salman Rushdie se buscó la amenaza de muerte que un ayatolá emitió contra él en una fatwa. Al fin y al cabo, para ellos, la libertad de expresión termina en donde empieza la cultura de la otra persona (aunque claro que son los mismos que no dejan de atacar la cultura gringa porque sí y porque no, la tradición cultural de la tauromaquia y que no se frenan ante la "cultura" nazi).
Pues bien, hay acá en Colombia un caso muy parecido al de Rushdie (aunque con un final diferente). De hecho es asimilable. Había -y sigue existiendo- una cultura que obedece jerarquías, se ofende con una facilidad pasmosa, desprecia a todo el que se meta en su camino, rezan las balas, tratan a las mujeres como objetos, y sus enemigos jurados dejan de serlo si se puede hacer con ellos lucrativos negocios.
Y hubo alguien que dedicó su vida a las letras, a defender los derechos humanos y denunciar la injusticia. Y se metió con el líder supremo de esa cultura que acabo de describir. Y sus esbirros no se hicieron esperar y le segaron la vida.
Me estoy refiriendo, por supuesto, al caso del gran Guillermo Cano Isaza, editor de El Espectador, quien reconoció al gran jerarca de la cultura narcotraficante, a Pablo Escobar, de una foto relacionada con el tráfico de drogas que había visto muchísimos años antes. Él se enfrentó, muy valientemente (y solo, pues el Estado colombiano nunca ha entendido la importancia de la libertad de expresión, pequeña pero importante ventaja con la que contó Rushdie, que preserva la vida hasta el día de hoy) al crimen organizado, impulsado por la narcocultura.
Siquiera sugerir que Rushdie se buscó las amenazas de muerte en su contra, sólo con sus palabras y a la vez condenar el magnicidio de Cano es de un hipócrita del tamaño de una supernova. Aunque, como ya hemos visto, no es que la coherencia sea una constante entre los relativistas culturales.
De hecho, esa selectividad en sus opiniones e increíble capacidad para ante dos casos iguales elegir soluciones diferentes según su incoherente visión buensalvajista y feudal del mundo es un caldo de cultivo fértil para las ideas conspiranóicas y de persecución y de mesianismo. Es más, entre este grupo específico de multicultis con quienes discutí, tienen este hashtag que dice que "conspiran por un mundo mejor".
¿Qué puedo decir? ¡En esas extrañas oportunidades en las que aciertan, lo hacen con ganas!
No debido a defensores de la organización eco-talibán, sino a enemigos de los transgénicos. Lo que pasa es que son posmodernos, relativistas culturales y ese es el problema. Para ellos, los transgénicos atentan contra la agricultura 'orgánica', una disciplina que a su modo de ver es "natural". ¡¡Y los multiculturalistas se vienen con la palabra "natural"!!
La discusión siguió su curso normal: yo recibiendo falacias ad hominem y de inversión de la carga de la prueba y a cambio ofreciendo argumentos. Resulta que en algún punto me pasaron un link a un artículo escrito por un dizque biólogo que afirma que trabaja en GenXPro. El artículo habla pésimamente de la Ciencia, en términos de jerarquías, dogmas y doctrinas. Cuando critiqué eso, me salieron con que la Ciencia es una religión (así, tan tranquilos) y que mi confianza en la Ciencia era lo mismo que la fe.
Respondí al mejor estilo Tim Minchin: La Ciencia cambia sus puntos de vista según lo que se observa. La fe es la negación de la observación para que la creencia pueda ser preservada. Los invité a que si realmente creían que la ciencia es tan prescindible, salieran por la ventana del décimo piso en vez utilizar las puertas. Y fue entonces cuando recibí esta respuesta:
@Daosorios @AlejoRodtwi desconocer el conocimiento científico, eso no está en cuestión, pero no somos dogmáticos al respecto!
— yoligrilla (@yoligrilla) February 17, 2012
Ahí fue cuando terminé de caer en cuenta que no todo mi timeline está compuesto por autores modernos y racionales, sino que también los hay multicultis y posmodernos (o sea, antimodernos). ¡Y dí por terminada la discusión! De nada sirve discutir con esta gente.
No sé qué me molestó más, si la mentira de que no desconocen el conocimiento científico o el hecho de que esas posturas anticientíficas sean exhibidas por personas que estudiaron Biología.
El caso es que me sentí lo suficientemente motivado para aclarar que los posmodernos sí desconocen el conocimiento - o como lo llaman ellos, el "conocimiento científico". Y aquí estoy:
Según ellos hay otros tipos de conocimientos. Y con esa simpática afirmación buenrollista le conceden validez a toneladas de peligroso pensamiento ilusorio, incluida la pseudociencia.
Y es cuando empieza la
Para ellos, tiene tanta validez la ciencia como la homeopatía. Muy bien, pues en vista de que las cosas no pueden ser y no ser al mismo tiempo, agradecería que me expliquen cómo es que está el Número de Avogadro y a la vez los homeópatas tienen la receta para simplemente evadirlo y que las sustancias diluidas más allá de 10^23 sigan siendo algo más que agua.
Después, espero que me expliquen cómo es que a la vez puede existir el ciclo del agua pero resultan veraces las afirmaciones de este personaje, como salido de los X-Men, que dice que puede manejar el clima a su antojo.
Y cómo es que existen las pruebas de paternidad por ADN pero resulta que como los indígenas tienen una forma de conocer diferente a la de la ciencia, entonces ellos no responden por sus trillizas, sino sólo por una de las tres niñas (que por cierto, bien podría confundirse fácilmente con las otras dos, sobre todo en sus primeros años de vida).
¿Cómo no es desconocer la ciencia el afirmar que existe una energía con consciencia de las cosas sobre las que actúa, si para ser consciente se requiere un órgano físico como el cerebro, que procese los datos que recibe de otros órganos especializados en captar la información como los ojos, el tímpano, las papilas gustativas y la nariz?
Siguiendo con el cerebro, hay tradiciones culturales que señalan que los cerebros de los niños y los de las niñas aprenden de maneras diferentes y de esa forma justifican la segregación por sexos. La Ciencia ha demostrado que no es así.
Hay culturas que equiparan el ciclo menstrual con el ciclo lunar y así justifican prácticas machistas y misóginas. El conocimiento -científico, por supuesto, dado que no hay de otro tipo- establece claramente que no existe ninguna relación.
Los excelentes publicistas enemigos del glifosato aseguran que inyectarle glifosato a un embrión producirá malformaciones, que es cierto. Lo que se olvidan de decir es que también generará malformaciones inyectarle cualquier otra cosa: gasolina, licor e incluso agua. ¡Y no hay una campaña en contra del agua!
Y hablando de agua, la Ciencia nos indica que si excavamos lo suficiente encontraremos el líquido y también nos enseña que existe el efecto ideomotor: fenómeno psicomotriz de mover los objetos inconscientemente. Pero tenemos a los zahoríes, que dicen que si sus varitas se mueven, en donde se muevan, ahí hay que excavar para encontrar agua.
Está la Evolución y están los que dicen que su amigo imaginario hizo el mundo pensando exclusivamente en ellos hace tan sólo 6000 años.
Y podría seguir, pero creo que el punto queda claro: no hay más de un conocimiento y afirmar lo contrario sí es desconocer y rechazar el conocimiento.
Resulta que ni ese conocimiento, ni los hechos varían de acuerdo con cada cultura ni cada filosofía de vida, ni tendencia de pensamiento. Sí, los indígenas también son humanos y también se equivocan. ¿Qué tan infectada de buensalvajismo debe estar una persona para buscar una sociedad en la que nadie se equivoca? ¿No es eso huir de la realidad?
Porque no nos digamos mentiras. Una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo. Y si el mundo tiene billones de años, no puede, al mismo tiempo, tan sólo haber existido seis milenios. De la misma forma, no puede ser que el mundo sea plano, que a la vez sea eférico-ovalado y a la vez sea un cubo. Si una de las tres es correcta, por definición las otras se equivocan.
Y lo siento mucho, pero tener una cosmovisión no es un seguro contra las equivocaciones y formas erradas de comprender y abordar la realidad.
Siempre habrá personas que digan que sí. Son el tipo de gente que cree que Salman Rushdie se buscó la amenaza de muerte que un ayatolá emitió contra él en una fatwa. Al fin y al cabo, para ellos, la libertad de expresión termina en donde empieza la cultura de la otra persona (aunque claro que son los mismos que no dejan de atacar la cultura gringa porque sí y porque no, la tradición cultural de la tauromaquia y que no se frenan ante la "cultura" nazi).
Pues bien, hay acá en Colombia un caso muy parecido al de Rushdie (aunque con un final diferente). De hecho es asimilable. Había -y sigue existiendo- una cultura que obedece jerarquías, se ofende con una facilidad pasmosa, desprecia a todo el que se meta en su camino, rezan las balas, tratan a las mujeres como objetos, y sus enemigos jurados dejan de serlo si se puede hacer con ellos lucrativos negocios.
Y hubo alguien que dedicó su vida a las letras, a defender los derechos humanos y denunciar la injusticia. Y se metió con el líder supremo de esa cultura que acabo de describir. Y sus esbirros no se hicieron esperar y le segaron la vida.
Me estoy refiriendo, por supuesto, al caso del gran Guillermo Cano Isaza, editor de El Espectador, quien reconoció al gran jerarca de la cultura narcotraficante, a Pablo Escobar, de una foto relacionada con el tráfico de drogas que había visto muchísimos años antes. Él se enfrentó, muy valientemente (y solo, pues el Estado colombiano nunca ha entendido la importancia de la libertad de expresión, pequeña pero importante ventaja con la que contó Rushdie, que preserva la vida hasta el día de hoy) al crimen organizado, impulsado por la narcocultura.
Siquiera sugerir que Rushdie se buscó las amenazas de muerte en su contra, sólo con sus palabras y a la vez condenar el magnicidio de Cano es de un hipócrita del tamaño de una supernova. Aunque, como ya hemos visto, no es que la coherencia sea una constante entre los relativistas culturales.
De hecho, esa selectividad en sus opiniones e increíble capacidad para ante dos casos iguales elegir soluciones diferentes según su incoherente visión buensalvajista y feudal del mundo es un caldo de cultivo fértil para las ideas conspiranóicas y de persecución y de mesianismo. Es más, entre este grupo específico de multicultis con quienes discutí, tienen este hashtag que dice que "conspiran por un mundo mejor".
¿Qué puedo decir? ¡En esas extrañas oportunidades en las que aciertan, lo hacen con ganas!
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