Ese patético nido de víboras que es el Partido Conservador realmente merece toda nuestra lástima y nuestro desprecio. Cuando el directorio conservador iba a visitar a los miembros del partido condenados por ser socios de paramilitares, resulta que les llega una queja del ex presidente Andrés Pastrana, miembro de esa colectividad:
Claro. Él, el Farcopolítico mayor -sí, aún más que Piedad Córdoba, quien a pesar de todo no ha conseguido despejar casi todo un departamento para que el grupo terrorista campe a sus anchas y delinca sin consecuencias- tiene motivos para estar molesto. Él creía que el partido había llegado a un acuerdo sobre lo fundamental con las Farc y se siente traicionado porque su colectivo eligió al grupo terrorista contrario.
Parte de la carta dice así:
Pastrana tiene razón, pero una vez más, fue él el que hizo un homenaje al narcoterrorismo y es su máximo adlater político, por encima de los muertos, la sangre, el dolor y la vergüenza nacional. Si este tipo fuera honesto con lo que dice, estaría mañana mismo compareciendo ante la Fiscalía General de la Nación para que lo investiguen y si se quiere aún más honesto estaría confesando y acogiéndose a sentencia anticipada por el delito de traición a la patria (que no es que yo sea fan del concepto de patria ni nada por el estilo, pero ese es el delito tipificado en el Código Penal).
Lo más chistoso de todo, es que Pastrana en medio de su indignación consigue anotar unos muy descabellados disparates... como buen conservador:
Mmm, hacer política con los diez mandamientos... ¿Dónde he visto yo que está prohibido eso? Ahh, sí: en la Constitución.
Pero quizá la parte más hilarante sea esta:
¿Arrastar por el lodo el buen nombre de Partido? ¿Cuál buen nombre? El Partido Conservador y más exactamente sus miembros y todos los no-miembros que siguen sus políticas, o sea los conservadores en general carecen de respetabilidad, ideas o propuestas que sean respetables. Todo lo que hacen es vergonzoso y sólo buscan mantener los privilegios a los que creen que tienen derecho por mandato divino.
Su simple existencia ensucia todo cuanto encuentra a su paso, aún más teniendo en cuenta que son los esclavos mentales, las coimas, con las que la Iglesia Católica busca legalizar la discriminación y la misoginia. No hay tal cosa como "buen nombre del Partido Conservador" así como no existen los unicornios.
La indignación de Pastrana se originó en la decisión de las directivas del partido de visitar a los congresistas encarcelados por sus vínculos con el paramilitarismo, en La Picota.
Claro. Él, el Farcopolítico mayor -sí, aún más que Piedad Córdoba, quien a pesar de todo no ha conseguido despejar casi todo un departamento para que el grupo terrorista campe a sus anchas y delinca sin consecuencias- tiene motivos para estar molesto. Él creía que el partido había llegado a un acuerdo sobre lo fundamental con las Farc y se siente traicionado porque su colectivo eligió al grupo terrorista contrario.
Parte de la carta dice así:
El Partido Conservador, en cabeza de sus directivas, decide hacer un homenaje al narcoparamilitarismo y sus adláteres de la política, por encima de los muertos, la sangre, el dolor y la vergüenza nacional.
Pastrana tiene razón, pero una vez más, fue él el que hizo un homenaje al narcoterrorismo y es su máximo adlater político, por encima de los muertos, la sangre, el dolor y la vergüenza nacional. Si este tipo fuera honesto con lo que dice, estaría mañana mismo compareciendo ante la Fiscalía General de la Nación para que lo investiguen y si se quiere aún más honesto estaría confesando y acogiéndose a sentencia anticipada por el delito de traición a la patria (que no es que yo sea fan del concepto de patria ni nada por el estilo, pero ese es el delito tipificado en el Código Penal).
Lo más chistoso de todo, es que Pastrana en medio de su indignación consigue anotar unos muy descabellados disparates... como buen conservador:
Le he pedido que si va a hacer política con los Diez Mandamientos, no olvide 'No robar'.
Mmm, hacer política con los diez mandamientos... ¿Dónde he visto yo que está prohibido eso? Ahh, sí: en la Constitución.
Pero quizá la parte más hilarante sea esta:
Le he aconsejado que, antes de entrar en asuntos doctrinales y mecánicos, conforme un magno Tribunal de Ética para someter a él a quienes arrastran por el lodo el buen nombre del Partido.
¿Arrastar por el lodo el buen nombre de Partido? ¿Cuál buen nombre? El Partido Conservador y más exactamente sus miembros y todos los no-miembros que siguen sus políticas, o sea los conservadores en general carecen de respetabilidad, ideas o propuestas que sean respetables. Todo lo que hacen es vergonzoso y sólo buscan mantener los privilegios a los que creen que tienen derecho por mandato divino.
Su simple existencia ensucia todo cuanto encuentra a su paso, aún más teniendo en cuenta que son los esclavos mentales, las coimas, con las que la Iglesia Católica busca legalizar la discriminación y la misoginia. No hay tal cosa como "buen nombre del Partido Conservador" así como no existen los unicornios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.