lunes, 16 de julio de 2012

Superstición en el Cementerio Central de Neiva

Saúl Quintero fue un sanguinario guerrillero que azotó el departamento del Huila, como parte del grupo armado al margen de la ley 'Los pájaros'.

Quintero murió y sus restos se encuentran en el Cementerio Central de Neiva, donde son visitados por un montón de gente que va para pedirle favores. Su 'leyenda' vive:

Devuelve seres amados, cura enfermedades, alienta leprosos, levanta negocios y hasta destruye enemigos. El precio: un par de oraciones con promesa incluida, cuenta William Barreiro, administrador del campo santo. “Con magia blanca o negra pero sirve, según la gente”, añade.
...
Recibe diariamente entre 15 y 40 visitas. Llevan hasta niños y soban sus pies en el tronco del árbol que cubre la bóveda para que caminen pronto. Ancianos y mujeres son sus principales fieles.

¡Superstición a cascoporro!

Y esta es la guinda del pastel:

‘El Pájaro’ es más admirado que Reynaldo Matiz, el primer sindicalista del país, periodista y quien llevó el hielo al sur del país. Es su vecino de sepultura. A él nadie lo visita y su tumba se cae a pedazos.

La fiel representación de Colombia: al asesino se le monta un culto, y al progresista se le condena al olvido.

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