He llegado a la conclusión de que existen dos tipo de líderes religiosos, a par cual de peligrosos.
Unos saben que todo es una estafa y una mentira, y sólo viven de promover el odio y la discriminación, mientras que otros, los lunáticos, se creen cada imbecilidad que escupen.
En pleno siglo 21 resulta completamente incomprensible que haya padres que desechan lo que la ciencia puede hacer por la salud de sus familias y prefieren tratamientos 'alternativos'. Y por alternativos quiero decir que no son tratamientos, y que por tanto son inefectivos y mortales.
Creo que básicamente cualquier ateo militante que se precie de serlo se ha encontrado con la justificación de creencias supersticiosas basándose no en su veracidad, sino en que le dan consuelo a las personas y las reconfortan.
Ahora, el columnista Juan Carlos Botero retoma el caso y dice que el problema no está con leer la Biblia y creer que es de inspiración divina, sino con hacerlo de manera literal. Su planteamiento genera ciertos cuestionamientos:
Contrario a las afirmaciones religiosas, estoy plenamente convencido de que la creencia en cualquier ente sobrenatural, en vez de hacer mejores a las personas, las vuelve más peligrosas.
Ahora, con la noticia del caníbal de Miami, Rudy Eugene, su madre y su novia, han salido a defenderlo. Y resulta que el caníbal era una perita en dulce, una mansa paloma, que no le habría hecho daño a nadie, porque al parecer era muy devoto:
Cuando vi Derecho de Familia, mi profesor se lamentaba de que el ser humano fuera el único animal que necesitara de reglas escritas y convertidas en leyes para obligarlo a cuidar a sus hijos y otros descendientes.
Una vez más, ha vuelto a ocurrir. Una madre, con ideas estúpidas sobre el mundo, dejó morir a su hijo, que dependía de ella para haber accedido a cualquier tratamiento médico.
La madre, que rezó en vez de llevar a su hijo al médico, para no ser débil de fe y no enfadar a su dios, acaba de ser condenada:
El privilegio religioso es la pretensión de algunas personas que creen estar por encima de la ley por el simple hecho de tener una creencia religiosa.
Los crisitanos suelen salirse con la suya cuando intentan aplicarlo, y las minorías religiosas, en vez de oponerse a estas imposturas -que significan su discriminación-, han abrazado ese mismo modus operandi. Los últimos en hacerlo fueron unos amish en Nueva York, que se negaron a instalar detectores de humo en sus casas:
Una de las razones por las que es una obligación moral para con los demás adoptar creencias que se soporten en las evidencias es que de no hacerlo terminaremos haciéndole daño a las personas que nos rodean, todo gracias a la comodidad que ofrece un cuento de hadas. Ese es un precio muy alto para la comodidad, ¿no?
Porque si creen que el amor lo puede todo, están en lo correcto. El amor lo puede todo y si uno no tiene creencias basadas en la realidad, incluso puede matar a sus propios hijos:
Todas las religiones aprovecharán donde tienen mayoría de creyentes para ejercer la tiranía y buscarán amasar más y más privilegios que le negarán a las creencias minoritarias y a la descreencia, mientras que aquellas minoritarias siempre enfrentarán esa injusticia apelando a la igualdad y a que se les dé más libertad (para la muestra, recordemos que el Papa acaba de estar en Cuba pidiendo "más libertad", a la vez que puso a sus esbirros gringos a que se opusieran a la libertad de las mujeres a acceder a la anticoncepción).
Pues no es muy diferente con las supersticiones orientales, a las que algunos perciben como inofensivas porque como buenas religiones minoritarias, saben jugar muy bien el papel de víctima en Occidente. Pero vean cómo gobiernan allá donde son mayoría:
Es lo que hace la tendencia a culpar a EEUU por todo lo malo que pasa: las vidas se vuelven irrelevantes... siempre que sean estadounidenses. Una vez más, es la posición que adopta otro columnista de El Espectador, un tal Víctor de Currea-Lugo:
Este es uno de esos ateos que cree que la religión puede ser algo bueno y que incluso los ateos podemos aprender algo de ellas aparte de qué no hacer. Así dejó constancia en un artículo en CNN, en el que asegura que la pregunta de si dios existe o no es aburrida, o de poca relevancia, lo que le valió una lluvia de críticas desde la blogósfera atea. Entonces salió Hemant Mehta, el Friendly Atheist, a defenderlo.
Y este es JT explicándole a Mehta en dónde se equivoca él, en dónde lo hace de Botton y por qué la Razón es una obligación moral. No tiene pierde: