En 2014, Nigeria encerró a su ciudadano Mubarak Bala en un asilo psiquiátrico, porque no creía en dioses (?). Después de una fuerte campaña en redes sociales, se consiguió la suficiente presión internacional para que Mubarak fuera puesto en libertad, aunque las constantes amenazas de muerte por parte de los seguidores de la religión de la paz le quedaron de souvenir permanente. En 2020, Bala fue arrestado por 'blasfemia', al publicar sus opiniones en Facebook.
Ayer, un tribunal nigeriano condenó a Bala a 24 años de prisión: