Cada año, la
International Humanist and Ethical Union (IHEU) publica
Libertad de Pensamiento, su informe global sobre el estatus legal y la discriminación contra ateos, humanistas y no-religiosos en general — los de
2014,
2015 y
2016 fueron para echarse a llorar.
Para este año, la IHEU acaba de publicar la
Edición de Países Clave, y
la cosa cada vez pinta peor. El informe trae un sistema de calificación por colores para cada categoría, que va de Marrón (para las violaciones graves) a Verde (para los países en los que los ateos son libres e iguales), pasando por Rojo (discriminación severa), Anaranjado (discriminación sistemática) y Amarillo (tratamiento a los ateos algo satisfactorio, aunque podría mejorar).