• En 2012, después de que la Corte Internacional de Justicia tomó una decisión desfavorable para Colombia en su litigio territorial con Nicaragua, el presidente
Juan Manuel Santos renunció al Pacto de Bogotá, en una lamentable muestra de lo que es una
pataleta institucional —"
sólo acataré tus decisiones si decides como yo quiero"—. Como Colombia no se presentó a la Corte, esta
falló en su contra sobre la aplicación de la sentencia de 2012 — en una dolorosamente épica muestra de
self-
awareness, el Gobierno
repitió la pataleta diciendo que el país no se defenderá en ese caso. (Y ahí mismo Santos dijo que "el país respeta el derecho". ¡Con dos cojones!) No sé a quién se le ocurrió que Santos era un avezado jugador de poker, pero ciertamente parece más un niño caprichoso que simplemente es incapaz de mantener su palabra cuando las cosas no salen como quiere. Su
double down le
costará más caro al país... pero supongo que nada importa cuando él tiene que
ganar una competencia de popularidad con Uribe.