En septiembre conocimos el caso de Ángel Moyano, un ateo peruano que fue enviado a la cárcel por el 'delito' de discutir con un sacerdote.
Después de tres meses en la cárcel, Ángel recobró su libertad en un proceso de apelación y ahora ha empezado un blog en el que cuenta con lujo de detalles cómo fueron los tres peores meses de su vida, pesadilla a la que se vio condenado por cuenta de un sacerdote crápula y una juez que no sabe ni dónde está parada.