Una parte natural de ser colombiano implica sentirse avergonzado por las ridiculeces que hace el Gobierno, como escribir un carta de indignación a otro país solicitando dar de baja una valla 'ofensiva' de una plaza pública.
Por supuesto, el Ministerio de Educación no podía dejar que la Cancillería hiciera el mayor oso del año, así que ellos superaron a María Ángela Holguín, escribiéndole una carta al niño dios (cristiano):