El fin de semana, la parroquia San Andrés Apóstol en Quinchía (Risaralda) fue consumida por las llamas, todavía no se sabe por qué motivo. Es que dios trabaja de maneras misteriosas y asombrosamente crueles.
El gobernador, Sigifredo Salazar, y el alcalde del municipio, Jorge Alberto Uribe, se comprometieron a reconstruir la iglesia con dinero del erario, a pesar de que el edificio pertenece a una organización privada, la Iglesia Católica.
Por tanto, la Asociación de Ateos de Pereira (AAP) advirtió que la oferta de reconstrucción de ambos servidores públicos atenta contra el laicismo: