La Comisión Americana sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, sigla en inglés) acaba de publicar dos informes en los que actualiza la lista de países que castigan la blasfemia— los resultados de estos reportes son desesperanzadores.
El primer informe es una ficha legislativa sobre blasfemia, que enumera los 95 países cuya legislación penaliza las expresiones que insultan u ofenden los sentimientos, figuras o símbolos religiosos. También explica cómo esa legislación es incompatible con las protecciones del derecho internacional de los derechos humanos para el derecho a la libertad de religión o creencia y el derecho a la libertad de opinión y expresión.
El segundo informe es el desglose y compendio de cada una de las leyes de esos 95 países que castigan la libre expresión sobre dioses, ideas religiosas y demás parafernalia supersticiosa que los religionistas pretenden reciban protección especial, en contra de la más elemental premisa de un Estado de derecho moderno, que está para proteger personas y no ideas.
Como dije, los resultados son desgarradores. Veamos.