Además de ser tremendamente letales para el ser humano, las religiones también pueden afectar seriamente el medio ambiente. Por ejemplo, al celebrar el Domingo de Ramos los católicos afectan la palma de cera y al loro orejiamarillo.
Este aspecto nocivo de la religión no es exclusivo del cristianismo. Jay Wexler en su libro When God Isn't Green detalla muchos rituales religiosos que perjudican el medio ambiente — aquí hay un extracto del libro sobre dos rituales hindúes, por ejemplo: