En las últimas semanas, el mundo ha visto cómo Nicolás Maduro se aferra al poder en Venezuela a pesar de que claramente perdió las recientes elecciones presidenciales; los países de la región están buscando la manera de que acepte los resultados y deje de una buena vez que los venezolanos traten de rescatar el país del hoyo en el que lo sumió el chavismo.
El Vaticano, por su parte, envió a un nuevo nuncio (palabra pomposa para decir "embajador") para que le presente sus credenciales al dictador: