Si hay un tema científico que me parece fascinante y apasionante es el del libre albedrío (aunque el bosón de Higgs no se queda atrás). Actualmente hay una discusión muy fuerte sobre si existe o sobre si no existe, o si existe hasta cierto punto. Hemos crecido con la noción de que tomamos nuestras propias decisiones y una gran porción de nuestro entorno social gira alrededor de esa suposición. Para no ir más lejos, todo el sistema de justicia depende del grado de responsabilidad de los individuos.
La noción de que no existe el libre albedrío -el determinismo-, nace de las evidencias encontradas de actividad cerebral antes de que seamos conscientes de que hemos tomado la decisión. (Sí, también sé que una parte de la teología señala que dios tiene un plan y que todo está escrito y que eso también es determinismo, pero aquí no hay cabida para sandeces supersticiosas). Ahora, la revista Nature publica un artículo al respecto, titulado Neurociencia vs. Filosofía: El libre albedrío en la mira:
La noción de que no existe el libre albedrío -el determinismo-, nace de las evidencias encontradas de actividad cerebral antes de que seamos conscientes de que hemos tomado la decisión. (Sí, también sé que una parte de la teología señala que dios tiene un plan y que todo está escrito y que eso también es determinismo, pero aquí no hay cabida para sandeces supersticiosas). Ahora, la revista Nature publica un artículo al respecto, titulado Neurociencia vs. Filosofía: El libre albedrío en la mira: