Se murió Steve Jobs y casi todos empezaron a decir lo magnífico que era. De hecho, su muerte pareció terminar de lanzarlo al estrellato y conseguir que la gente olvidara que era una persona, que no era perfecto y que también cometía errores.
Pero los cometía. Recordemos las palabras de Richard Stallman sobre Jobs (al enterarse de su muerte):
Pero los cometía. Recordemos las palabras de Richard Stallman sobre Jobs (al enterarse de su muerte):