Esta semana, la marca italiana de papas fritas Amica Chips se encontró en el ojo del huracán tras un anuncio publicitario para televisión de medio minuto, en el cual la Madre Superiora en un convento católico no encuentra las hostias para la comunión, así que en vez pone papas de Amica Chips; la primera monja en recibir la comunión con papas abre los ojos mientras que el eco del crujir de la fritura resuena por todo el recinto.
Pues el comercial no le hizo mucha gracia a los aleluyos, quienes pusieron de inmediato el grito en el cielo, acusando a la marca y el comercial de blasfemia, porque aún no logran entender que los demás no tenemos por qué tratar suavemente su superstición predilecta — respetar las creencias es para los creyentes, no para nadie más. La marca se acobardó y terminó disculpándose (?), y el comercial está siendo estudiado por la agencia reguladora de comunicaciones de Italia.
Entre tanto, este es el comercial que hizo lloriquear a la gente que cree en la serpiente parlante, la mujer-costilla, y el parto virginal — Il Divino Quotidiano (2024):