En mayo, el cuerpo de agua alrededor de la isla Chiloé (Chile) sufrió un afloramiento algal nocivo con un incremento exponencial de su concentración de microalgas tóxicas — en respuesta a esta marea roja, el gobierno de Michelle Bachelet restringió la extracción de marisco, causando una paralización de la isla, que suscitó protestas sociales. Algunos pobladores recurrieron a una explicación folclórica de la marea roja; según ellos, la marea roja realmente fue causada por el vertimiento de 5 mil toneladas de salmones al mar, en cumplimiento de la prohibición gubernamental.
Ahora en septiembre, cuatro meses después, Greenpeace Chile publicó su informe 'científico' 'independiente' que —¡¡ohh, sorpresa!!— llegó a las mismas conclusiones que los chilotes molestos con el Gobierno. Vaya, ¡qué coincidencia!
O no. Los chicos de Etilmercurio revisaron el 'informe' de Greenpeace y encontraron tantos errores metodológicos que harían sonrojar a Miley Cyrus: