Por estos días, 'Jack el Destripador' ha vuelto a aparecer en la prensa, porque según un paper publicado la semana pasada, finalmente conoceríamos la identidad del asesino en serie que aterrorizó las calles de Londres a finales del siglo 19: un peluquero polaco de 23 años llamado Aaron Kośmiński, quien en algún momento fue el principal sospechoso.
El paper corresponde al análisis que Jari Louhelainen y David Miller condujeron sobre la que afirman sería la única prueba material existente de las escenas del crimen: un chal de seda encontrado cerca del cuerpo de Catherine Eddowes. En 2007 el chal fue comprado por el autor Russell Edwards, quien se lo dio a Louhelainen para que realizara unas pruebas genéticas. En 2014, Edwards publicó un libro con base en los resultados que le reportó Louhelainen, señalando a Kośmiński como el asesino. El libro fue criticado duramente por parte de la comunidad científica, por un gigantesco error de nomenclatura y porque carecía de información completa sobre las muestras.
En el paper publicado la semana pasada, Louhelainen y Miller extrajeron y amplificaron el ADN de las muestras de sangre y semen del chal y compararon fragmentos de ADN mitocondrial con muestras tomadas de descendientes vivos de Eddowes y Kośmiński — el ADN coincide con el de un pariente vivo de Kośmiński. Aunque esto fue suficiente para que 'periodistas' alrededor del mundo publicaran concluyentemente que Kośmiński fue 'Jack el Destripador', hay varios hechos incómodos que hacen que esa conclusión sea, cuando menos, disparatada.