De Colombia siempre se ha dicho que no tenemos memoria. Es cierto. Por ejemplo José Darío Salazar, alias
Cielito Lindo, ilustre miembro del partido conservador
le reclamaba a Petro su militancia y herencia en el M-19, alegando que él no tenía 'autoridad moral', desconociendo -o mejor, ignorando voluntariamente- por completo
su propia herencia conservadora de asesinos y descuartizadores.
De un conservador no esperaría menos hipocresía, y de
Cielito Lindo sí que no espero ni un ápice de moral ni ética, sin embargo, un rápido examen a los líderes de opinión del país muestra un panorama algo desolador. Para la muestra, es sorprendente la alta estima que ellos le tienen a Enrique Peñalosa y uno no puede más que preguntarse qué hacen para no ver más allá de la imagen del político.